Si algo ha quedado demostrado en los primeros días de andadura del nuevo Consejo General del Poder Judicia l (CGPJ) es la dificultad con la que el órgano de gobierno de los jueces se va a encontrar en sus próximos cinco años de mandato para lograr consensos por mayoría de tres quintos, un escollo motivado en buena parte por el hecho de que la mitad de los vocales han sido propuestos por el PSOE y la otra mitad por el PP y que esa mayoría de tres quintos implica a la fuerza que dos de esos vocales rompan esa «disciplina de voto». Ni en la elección de su presidente fueron capaces de ponerse de acuerdo ayer los grupos conservador y progresista, que después de siete rondas de votación, las dos últimas entre sólo dos candidatos, no lograron inclinar la balanza a favor de ninguno de ellos. Los magistrados del Tribunal Supremo Pilar Teso y Pablo Lucas volverán a enfrentarse hoy en una nueva votación en la que si ninguno de los dos obtiene doce avales habrá que empezar a votar de nuevo con los siete aspirantes iniciales, los siete que presentaron los vocales el jueves pasado. Son los mismos de los que partió la votación de ayer, en la que, según las reglas que los propios vocales fijaron, en cada una de las rondas sería eliminado el aspirante que obtuviera menos votos. Según relataron a ABC fuentes del CGPJ, la primera en caer fue la magistrada de la Sala Tercera del Supremo Ángeles Huet , que no recibió ningún aval, ni siquiera el del vocal que la había propuesto, Carlos Hugo Preciado. En la siguiente ronda cayeron otras dos aspirantes, las magistradas Carmen Lamela y Esperanza Córdoba , ambas empatadas con un voto, el de los vocales que las propusieron: la presidenta de la Audiencia de Valencia, Esther Rojo a la primera y el presidente de la Audiencia de Cuenca Eduardo Martínez Mediavilla a la segunda. Las mismas fuentes señalaron que fue en ese momento, con cuatro candidatos en liza, cuando, en aras de la búsqueda de ese consenso , se interrumpieron las votaciones y el grupo conservador comunicó al otro grupo que estaba dispuesto a renunciar a uno de los dos candidatos que le quedaban, en concreto al magistrado Antonio del Moral, a cambio de que los apoyos fueran para el progresista Pablo Lucas, un nombre que pusieron sobre la mesa para contrarrestar los perfiles excesivamente significados del resto de aspirantes propuestos por los vocales propuestos por el PSOE. Estos rechazaron esta opción y propusieron como solución a sus colegas del otro sector que eligieran a una de las dos candidatas que les quedaban a ellos -Ana Ferrer o Pilar Teso- y se acababa ahí el Pleno. Los conservadores avisaron de que no iban a aceptar esa imposición y se llevó a cabo la votación en la que los votos de conservadores y progresistas se dividieron a partes iguales entre Pilar Teso y Pablo Lucas. Así hasta en dos ocasiones . No parece que la tercera votación de estos dos candidatos, la que el Pleno llevará a cabo a partir de las diez de la mañana de hoy, vaya a desencallar el asunto. Las posturas de ambos bloques se mantienen firmes y en el grupo conservador consideran que ya han manifestado su voluntad de apoyar a Pablo Lucas sacrificando a candidatos que pueden estar más significados, como Antonio del Moral. Los vocales propuestos por el PP quieren una presidencia en la que prime «la excelencia y absoluta independencia y neutralidad», algo que Lucas representa «sin ninguna duda» , como se encargó de defender en el Pleno de ayer su colega del Supremo José Antonio Montero. Exjuez del CNI y presidente en funciones de la Sala Tercera del Supremo, la que revisa los actos del Consejo de Ministros, Lucas goza del respeto de sus compañeros del Alto Tribunal, que hasta en tres ocasiones le han elegido para formar parte de la Sala de Gobierno del Supremo. Pese a su sensibilidad progresista no ha dudado en anular nombramientos como el de Magdalena Valerio al frente del Consejo de Estado y desde su sala se han cuestionado decisiones de la Fiscalía General del Estado como la de poner a Dolores Delgado al frente de Memoria Democrática, o estimando recursos de Pérez de los Cobos por vetar desde el Gobierno su ascenso a general. Para los conservadores, el currículo de Lucas objetivamente dista mucho del de su contrincante, Pilar Teso, magistrada también de la Sala Tercera y con la que compartió la decisión del Supremo de exhumar los restos de Franco. Quizá por ello los progresistas no se atreven a rebatirlo y su caballo de batalla está puesto en la cuota y en la «necesidad» de que la presidencia del Consejo recaiga en una mujer. En esta lucha hay tres firmes defensoras : la juez experta en violencia de género Lucía Avilés, la exportavoz de la UPF y número dos de Delgado en Memoria Democrática Inés Herrero, y la letrada de María Luisa Balaguer en el TC Argelia Queralt. Las tres vocales hablaron ayer del techo de cristal y de la igualdad, sin hacer excesivo hincapié en el currículo de Teso.