El Gobierno ha evitado confirmar este martes si el principio de acuerdo entre el PSC y ERC para investir a Salvador Illa como nuevo presidente de la Generalitat, que aún debe ser refrendado por los militantes de la formación independentista, supone un concierto económico para Cataluña, tal y como presumieron los republicanos tras darse a conocer el pacto. Preguntada en varias ocasiones por ello, durante la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros del curso político, la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, ha rehusado explícitamente concretar ese punto, como también ha hecho el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien igualmente ha comparecido en la sala de prensa de La Moncloa, al igual que la ministra de Sanidad, Mónica García. Alegría se ha limitado a mostrar su «satisfacción» por el texto conjunto firmado por socialistas y republicanos, sin abordar ninguno de sus detalles. Entre ellos el de que «la gestión, recaudación, liquidación e inspección de todos los impuestos» corresponderá a Cataluña, como consta en el documento, donde también se señala que la aportación catalana al resto de España «se establecerá a través de un porcentaje de participación en los tributos», así como que «la asunción de estas competencias requerirá el traspaso de los medios humanos, materiales, económicos y tecnológicos». Ni una palabra al respecto de la portavoz del Gabinete de Pedro Sánchez, que una y otra vez se ha limitado a elogiar el acuerdo con ERC como un «triunfo de la política», a presumir de que el Gobierno ha mejorado la situación que «heredó» en Cataluña, en referencia al 'procés', y que incluso ha citado las cifras de crecimiento económico de España como respuesta a las preguntas de los informadores sobre el principio de acuerdo con ERC. Pero ni una palabra sobre si realmente se ha pactado conceder a Cataluña un sistema al margen de las comunidades autónomas del régimen común, similar al que tienen el País Vasco y Navarra. Sobre las críticas al pacto con los independentistas que ya han vertido tanto el presidente socialista de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, como el expresidente de Aragón y líder de los socialistas en esa comunidad (la de origen de Alegría) Javier Lambán, la también ministra de Educación y Deportes ha evitado mencionarles por su nombre, pero ha subrayado que no las comparte aunque «las respeto» y que «siempre vienen de las dos mismas personas». EN AMPLIACIÓN