Despáchese con un poco de pirotecnia que deslumbre y haga ruido; hunda el arma hasta la empuñadura o sacuda el incensario hasta que se acabe el mundo (...) Comience usted por dividir las obras que examine en dos grandes grupos: las de nuestros amigos y las de «los otros» . *** Entonces, de repente, me acordé yo de que era Pedro Sánchez (...) ¡Oh, ¡qué grande volví a verme en aquel momento! ¡Qué borrachera de ideas tumultuosas y revolucionarias! (...) ¡Con qué facilidad podría yo inflamar aquel reguero de pólvora y convertir en mar embravecido lo que ni siquiera había llegado a lago turbulento! A lanzar iba la primera palabra cuando el presidente, pluma en mano, me interrumpió diciéndome: —Sírvase...
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