¿Qué sería del verano sin los baños en piscinas , playas, ríos o lagunas? Esta es una de las actividades favoritas de muchas personas durante la época estival, ya que ayuda a refrescarnos en los días más calurosos del año , además de ser una práctica que puede resultar relajante, divertida e incluso buena para la salud al permitirnos nadar y movernos sin sudar. Sean las aguas que sean, algo que muchos padres o abuelos suelen repetir a los más pequeños y jóvenes de la casa es que esperen dos horas después de haber comido para bañarse , ya que si no, según ellos, podrían tener un corte de digestión. Esta creencia está muy extendida y es muy popular socialmente pero realmente no se suele poner en tela de juicio si cuenta con evidencias científicas o si esto son recomendaciones basadas en razones médicas como tal. Así, con el objetivo de aclarar si los cortes de digestión al bañarnos son un mito o una realidad , un experto en emergencias ha aclarado dicha cuestión. En concreto ha sido Miguel Assal, conocido en redes sociales por compartir contenido útil referente a emergencias y peligros que pueden presentarse en la vida de cualquier persona. Miguel es agente de emergencias SAMU del servicio de emergencias y protección civil del Ayuntamiento de san pedro del Pinatar, TES y licenciado en ciencias de la actividad física y el deporte en posesión del CAP (curso de aptitud pedagógica), además de Instructor SVB y DEA por semicyuc, Socorrista profesional (Prear). Con estos conocimientos, el experto en emergencias y seguridad presenta el siguiente debate en uno de sus últimos vídeos: «El corte de digestión ¿mito o realidad?» y pasa a explicar lo que hay detrás de ello, indicando que si cabas de comer y te tiras al agua, «no se te va a cortar la digestión pero tampoco es seguro hacerlo así», dice refiriéndose a tirarse de golpe al agua. «Esto lo que podría provocar es una hidrocución, es un choque térmico debido al cambio brusco de temperatura . Date cuenta que esos grados dediferencia de estar aquí elevando la temperatura a sol a, de repente, entrar aquí (piscina), provoca que los vasos sanguíneos se estrechen: menor flujo de sangre al cerebro, cae tu tensión arterial, te desmayas y te ahogas», indica, aclarando que, en casos muy graves, incluso podría provocar el fallo respiratorio cardíaco. Así, para evitar este peligroso efecto al bañarnos en verano, el experto comenta que lo mejor es «la técnica de la abuela: cuello, axilas, ingles, brazos y luego todo el cuerpo, entrando de forma paulatina y gradual». En el caso de haber comido mucho o estar recién comido, Miguel aclara que «da igual, hayas o no comido, con la técnica de la abuela no te pasará nada» , mientras que tanto habiendo comido recientemente como teniendo el estómago vacío, si te tiras al agua de forma brusca siempre correrás el riesgo de sufrir esa hidrocución. Con ello da a entender que el corte de digestión como tal, no existe: «Una comida copiosa podría aumentar el riesgo pero no hay base científica de eso, por sí solo, sea el causante». Por ello, a partir de ahora, haga el tiempo que haga que terminases de comer, ya sabes que lo mejor para bañarse es ir mojándose poco a poco y evitar los cambios bruscos de temperatura entre el cuerpo caliente y el agua muy fría.