Según los especialistas del Ministerio del Interior, activistas de ultraizquierda y ecologistas , partidarios del ecoterrorismo, pudieron ser los autores de los actos de sabotaje contra la SNCF (Société Nationale des Chemins de Fer Français) que afectaron más de 800.000 pasajeros, el viernes pasado. Tras la estupefacción nacional, ante la brutalidad sin precedentes de los actos de sabotaje, coincidiendo con la inauguración de los Juegos Olímpicos (JJ. OO.), los especialistas barajaron dos hipótesis: « Un intento de desestabilización, dirigido por una gran potencia extranjera ; o una acción de militantes ultra izquierdistas». La primera hipótesis apuntaba directamente a uno sabotajes «dirigidos» directa o indirectamente por Vladímir Putin , en Moscú. La tarde del domingo, un portavoz del Ministerio del Interior descartaba oficiosamente esa hipótesis , por estas razones: «El estudio minucioso del 'modus operandi' parece confirmar que los actos de sabotaje corresponden a las técnicas de los grupúsculos ultraizquierdistas, autónomos, ecologistas prestos a la violencia». Descripción que coincide puntualmente con la definición de ecoterrorismo que hizo, en su día, Gérald Darmanin, ministro del Interior. La Sous-direction antiterroriste (Subdirección Antiterrorista, Sdat) y los militares especializados en la lucha antiterrorista han descartado una operación internacional , dirigida por Putin, como pudo sospecharse durante las primeras 24 horas que siguieron a los sabotajes, el viernes pasado. El estudio detallado de las operaciones, realizadas «de manera coordinada» en distintos puntos de la geografía nacional, en París y en provincias, parece confirmar que los autores de los sabotajes recurrieron a las mismas técnicas, corte de cables, inundación de lugares estratégicos, que han sido utilizadas en bastantes ocasiones por individuos aislados y grupúsculos «autónomos» , ecologistas radicales próximos a las familias ecoterroristas. Una misteriosa, oscura y no identificada «reivindicación» de los sabotajes parece confirmar la hipótesis privilegiada por los servicios de seguridad. Varios periódicos de provincias han recibido un documento ambiguo, confuso y mal identificado, denunciando el «espectáculo capitalista» de los Juegos Olímpicos . Ante esa «ignominia», dicen los autores anónimos del escrito dirigido a la prensa regional, justifican los sabotajes con afirmaciones de este tipo: «Por nuestra parte, estamos contra esas manifestaciones del nacionalismo opresor de los pueblos en nombre de la globalización y los patriotismos».