La selección española de baloncesto femenino ha ganado este domingo contra China (90-89), en un duelo que se fue a la prórroga, en el primer partido de la fase de grupos de los Juegos Olímpicos de Paris 2024 , que tuvo emoción y suspense por doquier y que terminó con festejos españoles. Tocó remontar tras una mala primera parte y, con la aportación clave de la interior Megan Gustafson (29 puntos) y la exterior Leo Rodríguez (25), el equipo dirigido por Miguel Méndez pudo forzar la prórroga y, en ella, mostrarse superiores a las asiáticas. Un tiempo extra que pudo no llegar, pero ni unas ni otras la pudieron evitar. Primero, quien falló fue China porque tenían una ventaja de 73-76 a falta de 15 segundos para el final del último cuarto y del partido. Pero entonces llegó la magia, la enésima jugada mágica de este domingo, a manos de Leo Rodríguez . La jugadora grancanaria del Perfumerías Avenida, a sus 32 años, cuajó uno de sus mejores partidos con España y forzó la prórroga con un triple milagroso que igualó el marcador. ¿Lo negativo? Que le hicieron falta y falló el tiro libre adicional que, con apenas 6,5 segundos de juego, hubiera puesto a España por delante y habría evitado ir al tiempo extra. No fue así, pero en esa prórroga Rodríguez y Megan Gustafson siguieron haciendo de las suyas para obrar el milagro y, vía los 5 minutos adicionales, permitir a España sellar la remontada y sumar los primeros 2 puntos en este Grupo A, antes de medirse a Puerto Rico el miércoles y cerrar la fase contra Serbia. España empieza bien el torneo olímpico y refuerza el aspecto mental gracias a una remontada épica de las que marcan torneos. Eso sí, las españolas deberán mejorar en defensa porque China estuvo muy bien en el triple y estuvo cerca de ganar pese a irse a más de 20 pérdidas de balón. Miguel Méndez celebró el triunfo pero, cuando esté digerida la victoria y ya en frío, seguro habrá cosas que mejorar. Porque España entró mal al partido, con un 12-22 en contra ya en el primer cuarto y habiendo encajado un parcial doloroso de 0-9. Si bien es cierto que China metió hasta 9 triples y que su estrella Li Yueru se fue a los 31 puntos, acertadísima en la pintura y también en el tiro de media distancia, España debe afianzarse en esas pocas pérdidas, en retocar la defensa y en encontrar más vías de ataque que no pasen, únicamente, por la inspiración individual. Y es que si Megan Gustafson sigue jugando tanto (40 minutos en pista de los 45) se agotará y dejará de ser tan esencial y clave como lo fue hoy. Igual que la inspiración de Leo Rodríguez, cuyos triples, bandejas y aportación ofensiva fue de '10'. Ambas fueron las mejoras y ambas merecen un homenaje. Pero España no puede depender tanto de las individualidades en partidos venideros.