La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) ha inhabilitado durante un año a Beverly Priestman , entrenadora principal de la selección femenina de Canadá, y ha restado a su equipo seis puntos en los Juegos Olímpicos de París (Francia), debido a las acusaciones recibidas de haber espiado con drones al combinado de Nueva Zelanda. El analista Joseph Lombardi ha recibido la misma inhabilitación por parte de la FIFA, y la entrenadora asistente, Jasmine Mander, también está entre las personas suspendidas, después de haber sido ya sancionada por la propia Federación Canadiense de Fútbol (Canada Soccer). «Los técnicos han sido declarados responsables de conducta ofensiva y de violación de los principios del juego limpio », ha comunicado la FIFA en una nota de prensa, en la que confirma igualmente una multa de 200.000 francos suizos (alrededor de 210.000 euros). Nueva Zelanda presentó el pasado 24 de julio una queja ante la unidad de integridad del Comité Olímpico Internacional (COI), después de que un dron perteneciente al 'staff' canadiense fuese visto un par de días antes sobrevolando una sesión de entrenamiento de sus jugadoras. El máximo mandatario del Comité Olímpico Canadiense (COC), David Shoemaker, ya comentó antes de saber la sanción de la FIFA que creían «muy probable» que Priestman estuviera al tanto del incidente con este dron.