El Obispado de Cuenca ha realizado un homenaje a las cuatro religiosas que quedaban de la congregación Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl , que abandona Cuenca después 147 años. El obispo, José María Yanguas , celebró una misa el 25 de julio, festividad de Santiago Apóstol, en el Hospital de Santiago y después se descubrió una placa, que fue destapada por Pedro de Borbón Dos Sicilias y Orleans, presidente del patronato de la Fundación Hospital De Santiago y presidente del Real Consejo de las Órdenes Militares. Durante todos estos años, las Hijas de la Caridad han servido, cuidado y educado con amor a los más necesitados: enfermos, ancianos, niños y adolescentes. De ahí que el Obispado, en un comunicado, agradezca «toda su labor, entrega y dedicación», así como «el inmenso bien que han hecho a Cuenca». En 1877, las Hijas de Caridad recalaron en el Hospital de Santiago, el único que había entonces en la provincia de Cuenca, donde se dedicaron a atender a los enfermos y a cuantos acudían buscando remedio a sus necesidades. La Comunidad Hospitalaria de las Hermanas de la Caridad estaba especializada en administrar hospitales y en la enfermería. Sin embargo, la atención sociosanitaria no fue el único cometido de las religiosas. Ante el alfabetismo de la época, especialmente entre las mujeres, fueron pioneras y en 1899 crearon una escuela , que se ubicó en los terrenos del hospital, en unos locales cedidos por la Orden Militar de Santiago, dueña de todo el complejo. Las monjas se vieron obligadas a incorporar maestras seglares para que las ayudasen debido a la gran afluencia de alumnos. En un principio se llamó Escuelas de San Vicente de Paúl y el colegio aún sigue abierto, aunque ahora su nombre es La Milagrosa. Desde el curso 2021-2022, la titularidad es de la Fundación Edelvives.
