Si no conoces a Daniela Rodríguez, seguro que sí te suena Soy Olivia, la agencia de representación de influencers que está, o ha estado, detrás de algunos de los perfiles de los creadores de contenidos más reconocidos de nuestro país. Algunos ejemplos de ello son María Pombo, Grace Villareal, María García de Jaime o Tomás Páramo. Incluso Victoria Federica de Marichalar y Borbón o más recientemente Amelia Bono o las hijas adolescentes de Raquel Meroño se han puesto en sus manos para hacer crecer sus cifras, tanto en seguidores como en la cuenta del banco, y en eso, la empresaria y representante, parece no tener rival. En las últimas semanas se ha convertido en noticia por la marcha de Tomás Páramo y María García de Jaime , que han decidido dejar la agencia y formar su propio equipo de trabajo, algo parecido pasó hace poco más de un año, cuando María Pombo tomó la decisión de aliarse con el piloto Marc Márquez y crear 'Vertical', una agencia, que ahora además representa al resto de su familia. Sin duda, son bajas importantes para la empresa de Daniela, por eso hemos querido conocer como lo ha vivido y en qué punto está la agencia que levantó desde cero junto a sus dos socios. Y lo primero que encontramos es una enorme sonrisa y la afirmación clara de que Soy Olivia va bien, al margen de las bajas: «Estamos en un momento maravilloso porque cuando una puerta se cierra se abren diez ventanas , y porque nosotros lo hemos trabajado, y no podemos pretender ser dueños de personas, los representantes van y vienen y los representados van y vienen, pero no porque no valgan o no tengan valor» explica, lo que no quiere decir que no sienta las pérdidas; «Me importa cuando se van porque les tengo un cariño muy grande, pero lo que yo tengo que ver es esa evolución constructiva que les ha llevado a ser tan grandes que ahora tienen un rédito propio tan importante que quieren evolucionar a un mundo diferente, o simplemente porque la relación se acartonó… ». Y es que la entidad no solo se dedica a representar a creadores de contenido, han diversificado su trabajo. Además de Soy Olivia, han absorbido Bushido Talents, desde la que representan talentos de la llamada generación Z , tienen Nomads, desde donde dan soporte a las marcas y las conectan con creadores, sean o no sus representados, y Onceuno, que es su propia productora. Sin duda es un proyecto muy ambicioso, y ella misma explicó que en cuestión de datos, funciona a la perfección: «Lo fácil es pensar que te está yendo mal, y yo ahora, en este momento, te podría decir que tenemos los mejores números que hemos tenido en la historia a nivel económico . Nos está yendo muy bien, hemos sabido evolucionar para no solo depender de las personas, si no también trabajar con marcas y hacer estrategias que nos beneficien a ambas partes. Hemos hecho una simbiosis donde no dependemos más que de nuestro equipo, y ahí si te digo que tengo el mejor equipo del mundo» afirma convencida y feliz. Si algo tiene claro es que su trabajo lo hace bien, y precisamente eso es lo que genera todo lo que se dice de su agencia, «que siempre estemos en boca de los medios lo entiendo porque somos la agencia que si te pones a ver siempre hemos representado a los mejores, todos los influencers que han saludo de Soy Olivia son un éxito, por lo que el ratio de éxito que tengo es muy grande y voy a seguir teniéndolo porque lo que hacemos nosotros es fichar con mucha cabeza y sabemos detectar el talento real , por ello la gente más mediática, el 70% es o era de Soy Olivia» nos cuenta con comprensión e incluso cierto orgullo. Su mirada está clara y es hacia adelante, tanto que lo que le ilusiona en este momento son los nuevos representados con los que están trabajando, y aunque no tengan en su web un catálogo como tal, porque es firme defensora de que « no hay que airearlos como si fuera tomates , porque son personas y cada una tiene un valor distinto», si ha confesado que los nuevos fichajes como Lucas Ablático, Amelia Bono o las hijas de Raquel Meroño prometen, y eso le hace muy feliz.