Malabaristas profesionales en el circo de la economía». Así es como dicen sentirse los empresarios en los últimos años, tratando «siempre de mantener en el aire un montón de cosas al mismo tiempo». Y en ese bregar continuo con presupuestos, estrategias de marketing, regulaciones... ser capaces de salir airosos. Brillar en esa particular 'pista' y recibir el aplauso. Porque permanecer en pie en esa «cuerda floja» de la «inestabilidad» merece que los focos se pongan en ellos, como lo han hecho sobre los nueve reconocidos con los Premios CEOE Castilla y León . Ya 31 ediciones de «homenaje a vuestros logros», de «reconocimiento público a unas trayectorias empresariales que vuelven a brillar como merecen», según destacó en la entrega, celebrada en Segovia, el presidente de organización empresarial, Santiago Aparicio. Y es que, incidió, los galardonados -uno por provincia- son «bandera y faro. Referentes de los que sentirnos tremendamente orgullosos». «Guías personales y empresariales que con vuestro buen hacer marcáis tendencia, abrís camino y nos inspiráis», valoró Aparicio de unos premiados que situó como «ejemplo» y cuyo «éxito es reflejo del inagotable potencial que tenemos en Castilla y León». Porque, incidió, hay motivos para «presumir». En esa ocasión premios para reconocer a Javier Jiménez Martín, de Grupo Cervera (Ávila); Luis Leal García, de Grupo Leal Decoración (Burgos); Luis Miguel Seco Carracedo, de Grupo La Hacienda (León); Manuela Merino Rojo, de Mercapacífico (Palencia); Pedro Campal Arias, de Bernabé Campal (Salamanca); Luis Ruano del Caz, fundador de Prehorquisa (Segovia); José Isla Orte, de Electricidad J. Isla (Soria); Ángel Rodríguez Lagunilla, presidente de Grupo Iveco España (Valladolid); y Rubén Pérez Pérez, Alejandro Pérez Martín y Rafael García Prieto, de Alistana de Construcciones (Zamora). «Vosotros hacéis grande a esta Comunidad», ensalzó el presidente de CEOE, agradeciendo el «esfuerzo diario, minuto a minuto», así como la «entrega» de los empresarios, en quien confió para, «juntos, seguir construyendo un futuro próspero y sostenible para esta tierra que hoy os admira todavía más». Eso sí, en un día para sacar pecho y estar «orgullosos» porque tienen «motivos», también para dejar claro que, pese a tirarse flores, que no transitan precisamente por un sendero de rosas. Así, ocasión para la reivindicación y dejar claro que «el camino del emprendedor no siempre es fácil». «De hecho, muy pocas veces lo es», recalcó Aparicio, sobre esa actividad en la que los «desafíos son constante» y abordan «desde la incertidumbre política y regulatoria hasta la necesidad de adaptarnos a un mundo cada vez más digitalizado». Una labor, brindó, en la que «no estáis solos». Pero, ante numerosas autoridades presentes, también reivindicó tener a «las administraciones públicas de nuestra parte y que nos comprendan». «Los empresarios no somos los enemigos de esta país», clamó Aparicio , quien defendió que son «fundamentales para el desarrollo y la prosperidad de España». De ellos, subrayó, dependen «ocho de cada diez puestos de trabajo» que se crean. Un dato «significativo», pero que «últimamente parecer haberse olvidado», recriminó. «Necesitamos un marco regulatorio claro y consistente para tomar decisiones informadas sobre inversiones, contrataciones y estrategias comerciales», reivindicó. Y censuró que «cuando las políticas cambian constantemente o se vuelven impredecibles, los empresarios nos sentimos atrapados por los vaivenes e infravalorados cuando percibimos un trato desigual». «No puede ser que tengamos leyes a la carta, regulaciones a la carta, impuestos a la carta y cambios de leyes a la carta», sentenció el presidente de CEOE Castilla y León, quien reprochó que eso que ocurre «un día sí y otro también» está «generando incertidumbre y desconfianza entre los inversores y todo el mundo empresarial». Entre sus exigencias, también «fundamental» la reducción de las «cargas fiscales» pues, sostuvo, «distorsionan la actividad económica». «Necesitamos un modelo de fiscalidad que favorezca la inversión y el desarrollo económico», reclamó. Y «capital», añadió a modo de reclamación-alerta, el «contener el agravamiento de la falta de mano de obra» en algunos sectores «para el buen desempeño de las empresas». En este sentido, el presidente de la patronal consideró «preciso» el «rediseñar» los programas formativos «a todos los niveles» para «adecuarlas» a las demandas de las empresas, para lo que ve «esencial» el «estrechar» la colaboración entre el sistema educativo y los interlocutores sociales. Y otro 'warning' de alerta encendido: el absentismo laboral «por el impacto directo que tiene sobre la productividad». Por su parte, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, agradeció la labor que los empresarios, junto a sus trabajadores, realizan «en favor del desarrollo económico y el progreso» de la Comunidad. Mañueco, quien defendió la «necesaria colaboración público-privada», incidió en que la Junta pretende que la Comunidad «siga siendo atractiva para las empresas». A ello, detalló, están destinadas medidas como la financiación, las ayudas directas, los apoyos a la internacionalización, el suelo industrial «de calidad y a bajo precio» o la «apuesta» por una fiscalidad «moderada e inteligente».«La sociedad, tal y como hoy la conocemos, se desvanecería si de ella desaparecieran los empresarios», alertó Aparicio en un día de celebración, de ensalzar la labor de los empresarios - «vosotros hacéis grande esta Comunidad», subrayó-, pero también de reivindicar y alertar de la clave de bóveda que suponen en el edificio de la sociedad.