Pintan los mapas de rojo tirando a violeta, con sus plastidecor virtuales, y pretenden asustar a una octogenaria que saca su silla a la calle en la noche de Estepa. O en Osuna. O en Écija. En cualquiera de los pueblos de lo que llamábamos la sartén de Andalucía hace 40 años y que ahora querrán bautizar como la freidora de aire . Un día de estos nos anunciarán que hace calor en el Valle de la Muerte de EE.UU.. Que pregunten a esas señoras si en su disco duro guardan días fresquitos de julio en el valle del Guadalquivir o en la vega de Antequera. El calor del sur está en columnas de Antonio Burgos, con la descripción de...
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