Desde hace años, es habitual que los termómetros de las calles de Sevilla lleguen a marcar los más de 50º C , ¿pero debemos confiar en este dato? Muchas veces estos valores reflejan realmente el calor que se experimenta en ese momento, aunque en otras ocasiones puede dar un número distorsionado. Los termómetros de las calles no pueden ser una referencia exacta de la temperatura del día. Hay que tener en cuenta que son aparatos expuestos al sol durante horas , por lo que tienden a dar lecturas más altas de lo que en realidad sucede. Tanto los termómetros que dan la hora como los de los coches, dan valores irreales por su exposición directa al sol y al calor adicional del asfalto y los edificios . Estos aparatos absorben la energía del sol hasta que se calientan en exceso y desprenden calor acumulado. Por eso, la temperatura que marca es la que los sensores reciben. Es decir, si los termómetros están al sol, no son nada precisos. En cambio, estando a la sombra pueden dar un dato aproximado a la temperatura ambiente real. Para dar con la temperatura exacta en la calle, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha establecido una serie de normas. Por ejemplo, la temperatura debe estar medida en garitas meteorológicas, unas estructuras de madera pintadas de blanco mate hidrófugo , con paredes en forma de persiana para evitar la exposición directa al sol. Estas garitas deben capturar la temperatura del aire y no la del propio termómetro. Que es justo lo que ocurre actualmente. Además, estas nuevas estructuras deben colocarse a una altura de 1,20 metros sobre el suelo y estar situadas en espacios abiertos sin nada que le rodee en al menos 20 metros.
