Un sencillo gesto evoca mucho. La Primitiva Hermandad de Nuestra Señora de Villaviciosa , que tiene al Beato Cristóbal de Santa Catalina como titular, celebra su festividad con la función solemne en la parroquia de San Lorenzo. En ella se bendecirán los tradicionales panecillos en recuerdo de quien tanto hizo por las más necesitados en Córdoba. Dos centenares y medio de panes, previamente bendecidos, se repartirán al terminar la misa y lo obtenido con los donativos voluntarios se destinará a Cáritas parroquial. Al Padre Cristóbal se le representa dando pan en tiempos de pobreza y así se hará en su memoria. Además, la sagrada reliquia del Beato Cristóbal permanecerá en veneración de los fieles, según explicó Martín Pedregosa, el hermano mayor de la cofradía, a ABC. El párroco y consiliario de la cofradía, Rafael Rabasco , presidirá la misa a las 20.00 horas, que también es en honor de Santiago Apóstol. Cuenta con el acompañamiento del dúo de cuerda de la hermandad, Fiat Mihi, y estarán presentes también, junto a devotos y feligreses, las Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno. Este acto tiene su origen a raíz de la beatificación del Padre Cristóbal, que fue el 7 de abril de 2013 en la Catedral de Córdoba, y de su ingreso como cotitular de la hermandad de Villaviciosa. El Padre Cristóbal tuvo entre sus devociones más fuertes a la Virgen de Villaviciosa porque este templo era la parroquia a la que él acudía. La Capilla del Bañuelo está dedicada a esta Virgen, pero cuando bajó a Córdoba, en San Lorenzo su fervor por Ella se acrecentó más aún. Era extremeño, puesto que nació en Mérida el 25 de julio de 1638, pero su labor asistencial la ejerció en Córdoba. Ordenado sacerdote y nombrado capellán de un Tercio de Castilla en la guerra contra Portugal, cayó enfermo y tuvo que regresar a Mérida a la casa de sus padres, según recoge la cofradía en su biografía. Al recuperarse se retiró a Córdoba para hacer vida eremita , donde fundó junto con el Maestrescuela Bañuelos en 1670 el eremitorio de San Francisco y San Diego de Villaviciosa en la Sierra. Allí oficiaba misa cada día en la iglesia dedicada a la Virgen de Villaviciosa, todavía existente en la actualidad. En Córdoba desarrolló plenamente su vocación sacerdotal y el 11 de febrero de 1673 fundó el Hospital de Nuestro Padre Jesús Nazareno para atender a los desfavorecidos . En la puerta puso su lema, 'Mi providencia y tu fe tendrán esta Casa en pie'. Murió en 1690 con 52 años de edad después de crear varias instituciones, tuvo seguidores en distintas ciudades españolas y se le atribuyen varios milagros.
