EL mundo está trufado de 'cosas raras' y sólo necesitamos fijarnos un poco para percibirlas. Esto, en principio, parece tarea fácil, pero no se crean, no lo es tanto teniendo en cuenta que hoy, el personal, rara vez despega la napia de su pantallita, con lo cual reduce el campo de visión aunque piensen lo contrario. Los socios de Sánchez ven, qué ojo de lince, cosas raras en el asunto de Begoña, su esposa, pero no por ello empitonarán crueles al jefe ni mucho menos romperán tan fértil sociedad. Lo de Begoña es rarísimo. Pero desde el inicio. Una persona que ni siquiera es licenciada dirige una cátedra . Mayor rareza no la encontramos ni en el ornitorrinco, y mira...
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