El Juzgado Togado Militar Central número 2 ha retomado este lunes la declaración al último investigado, al sargento que colocó la cuerda en el ejercicio del cruce el río en el que fallecieron dos militares el pasado 21 de diciembre en Cerro Muriano. Tras su declaración ha solicitado a la salida de la sala su móvil para volcar las conversaciones que mantuvo con sus mandos investigados a la hora de montar el ejercicio y poner la cuerda en el lago, según ha podido saber ABC. El sargento ha declarado ante la sala y sólo respondiendo a preguntas de su abogado, del togado y el fiscal militar, que la semana antes del ejercicio lo llamó el capitán Zúñiga para ordenarle que tenía que instalar una cuerda y el teniente Tato (también investigado) le dijo que fuera por un sitio que cubriera , pero que el lugar exacto por el que decidió poner la cuerda para cruzar el lago la eligió él mismo. Este sargento ha reconocido ante el togado militar que eligió la cuerda dinámica porque la estática sin empalmes había sólo una para la torre multiuso y que para tener acceso a ella había que solicitar un servicio especial porque se podía requerir en cualquier momento, y como eso debería haberlo hecho el capitán Zúñiga y no lo hizo, pues él cogió la dinámica , que era la que siempre montaba. En este mismo sentido, el sargento ha admitido al tribunal, según las fuentes judiciales consultadas por este periódico, que «al día siguiente de elegirla se tuvo que desmontar la cuerda y como se desmontó con los nudos, ya no era la misma» por lo que pone el foco en un segundo compañero que lo sustituyó el día de los hechos en la colocación de la cuerda. En esta misma línea de defensa, este investigado ha asegurado que no recuerda que un soldado o un sargento (que han declarado previamente como testigos) le dijeran si esa maniobra era una locura o tal le dijeron o una barbaridad . Al término de su declaración, el togado militar ha hecho un receso y acto seguido al salir de la sala el sargento ha sido acompañado por su abogado y la secretaria relatora hasta la Secretaría del tribunal para que cediese su teléfono y permitir el volcado de las conversaciones con sus mandos y poder aportar así esas pruebas que pueden ser cruciales para determinar la responsabilidad de cada uno en la investigación de la causa. De esta forma, la instrucción de esta causa, a priori, ha culminado tras las comparecencias desde la semana pasada de los ocho investigados , cuatro de ellos altos mandos aforados del Regimiento de la Reina II, y entra en la recta final de las diferentes diligencias practicadas y comparecencias.