En el apogeo del verano, cuando los días se alargan y el sol brilla con intensidad, muchos corren ansiosos hacia las playas y parques para empaparse de sus cálidos rayos. Sin embargo, detrás de esa atractiva luminosidad se esconde un peligro silencioso que acecha nuestra piel y nuestro organismo: la exposición excesiva al sol. El sol, fuente primordial de vida en la Tierra, es también un poderoso emisor de radiación ultravioleta (UV), la cual puede desencadenar una serie de problemas para la salud si no se toman las precauciones adecuadas. La piel, nuestro órgano más extenso, es la primera línea de defensa contra estos dañinos rayos. Pero cuando se expone de manera prolongada y sin protección, los efectos nocivos comienzan a manifestarse , tal y como ha querido advertir el popular 'Farmacéutico Fernández' en sus redes sociales. Uno de los principales riesgos de la exposición excesiva al sol es el cáncer de piel, algo sobre lo que pretende advertir el conocido creador de contenido. Los rayos UV pueden dañar el ADN de las células cutáneas, desencadenando mutaciones que pueden desembocar en la formación de tumores malignos. El melanoma, la forma más letal de cáncer de piel, está estrechamente ligado a la exposición solar intensa y repetida. Además del cáncer, la sobreexposición al sol puede provocar quemaduras solares, envejecimiento prematuro de la piel, manchas y otras afecciones dermatológicas. Pero más allá de los efectos visibles en la piel («ningún bronceado es saludable», advierte Farmacéutico Fernández»), la exposición excesiva al sol también puede tener repercusiones en nuestro organismo a nivel interno. Los rayos UVB son necesarios para la síntesis de vitamina D en la piel, un nutriente esencial para la salud ósea y el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico. Sin embargo, cuando nos exponemos en exceso al sol , el cuerpo no puede regular adecuadamente la producción de esta vitamina, lo que puede llevar a deficiencias o desequilibrios en nuestro sistema. Es importante recalcar que el sol no es nuestro enemigo, sino más bien un aliado crucial para nuestra salud. La vitamina D, obtenida en parte a través de la exposición solar controlada, desempeña un papel fundamental en la prevención de enfermedades como la osteoporosis, la diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Además, la luz solar también tiene efectos positivos en nuestro estado de ánimo y bienestar emocional, estimulando la producción de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad. La clave reside en encontrar un equilibrio entre los beneficios y los riesgos del sol. «Con un poquito de sol, diez minutillos al día es suficiente », sostiene el creador de contenido en el reciente vídeo, sobre los beneficios de la vitamina D que obtenemos del astro rey. Tomar medidas de precaución, como usar protector solar de amplio espectro, vestir ropa adecuada y buscar sombra durante las horas pico de radiación, puede ayudar a minimizar los efectos nocivos de la exposición solar. Es especialmente importante proteger a los niños y a las personas con piel sensible o antecedentes familiares de cáncer de piel. «Pásale este vídeo a tu amiga la que se tira al sol como un lagarto y se piensa que el cáncer de piel no va con ella», cuenta Fernández al final del vídeo.