«Con o sin cebolla pero siempre con calidad». Mercadona ha descubierto cómo hace su tortilla de patatas y el truco que emplea en la cocina para mantener «toda su jugosidad». La cadena de supermercados presidida por Juan Roig ha mostrado por primera vez el proceso de elaboración y el origen de uno de sus productos estrella entre sus «jefes», conforme denomina la compañía a los clientes. Mercadona ha confiado la producción de la tortilla de patatas que vende bajo la marca Hacendado a su proveedor Elaborados Naturales de La Ribera del Ebro , una empresa familiar fundada en el año 2006 ubicada en la localidad navarra de Funes. La firma tiene capacidad para cocinar hasta 200.000 tortillas al día tras un «vertiginoso crecimiento» basado en «una fuerte cultura de seguridad alimentaria, calidad y de optimización de procesos». Mercadona ha difundido un vídeo en sus canales oficiales en las redes sociales en el que enseña a los consumidores todos los pasos de la elaboración de las tortillas de Hacendado , desde la recogida de las patatas «directamente del campo» hasta la llegada del producto a los lineales de sus supermercados, donde se han convertido en una de las referencias más vendidas del surtido de la cadena. Una vez llegan las patatas a la planta de producción son sometidas a un análisis en el laboratorio «para comprobar la calidad de los lotes». Posteriormente se pasan por un túnel de lavado para eliminar el exceso de tierra. Después se pelan y se lavan de nuevo para retirar el almidón. Varios operarios se encargan en este paso de que no quede ninguna imperfección, cortando por ejemplo las partes negras que puedan quedar. Mercadona detalla que, tras el corte, las patatas vuelven a pasar un nuevo control de calidad antes de ser enviadas a las freidoras. Ya fritas, se añade la cebolla, si es el caso, y el huevo, y pasan a una fase de reposo para que se impregnen bien los ingredientes. Después se esparce la mezcla en sartenes antiadherentes para darles forma y tenerlas varios minutos al fuego por cada cara. Entonces, y ahí radica uno de los secretos de la aceptación del producto por parte de los clientes de Mercadona , «se le da un golpe de frío para parar el cocinado» con lo que de esa manera «la tortilla mantendrá toda su jugosidad».