El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso espera poco o nada de la Conferencia Sectorial de la Inmigración que el Ejecutivo de Sánchez ha convocado este lunes, junto a las comunidades autónomas para acometer la reforma del reglamento de Extranjería. La conferencia estará encabezada por la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, pero el Gobierno de Madrid cree que la «crisis migratoria» debe ser abordada de forma urgente y rigurosa por otros ministerios, el de Interior y el de Exteriores. Por eso, la consejera de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Ana Dávila, ha enviado una nueva carta al titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la que le reclama que actúe de forma urgente para frenar el «coladero» de inmigrantes irregulares en que se ha convertido el aeropuerto de Barajas . La consejera aporta dos datos para demostrar esa «crisis migratoria»: de los 110 menores extranjeros no acompañados (menas) que en junio llegaron por primera vez a los centros de acogida de la Comunidad de Madrid, prácticamente la mitad lo hicieron a través de este aeropuerto , la mayoría procedentes de Mauritania. A esto se suma, explica la consejera en su misiva, que el año pasado más de 400.000 inmigrantes (según estimaciones de la Comunidad de Madrid con datos oficiales) en situación irregular llegaron a España por el aeropuerto de Barajas, siete veces más que los que lo hicieron por las costas españolas (57.000). «No podemos permitir que el aeropuerto de Barajas siga siendo un coladero, provocando, entre otros efectos, un colapso de nuestro sistema de protección de menores. Lo que genera que se desborden todos los recursos disponibles, tanto en Madrid como en el resto de las regiones», avisa la consejera del Gobierno de Ayuso. Por ello, la Comunidad de Madrid se dirige a Marlaska para pedirle que lidere acciones planificadas y coordinadas. «Si no dispone de recursos que permitan un mayor control en la entrada, si no se produce la necesaria coordinación de su Ministerio con el de Exteriores para firmar convenios con los países de origen y exigir visado de tránsito de los inmigrantes procedentes de esos países y si tampoco se realiza una distribución ordenada, se estará reaccionando tarde y mal a los resquicios que aprovechan las mafias en su indigno comercio con seres humanos». La consejera pide al ministro del Interior que actúe «con la mayor celeridad» y que tome las medidas que sean necesarias para dar respuesta «a esta crisis migratoria y humanitaria». «Desde la Comunidad de Madrid nos ponemos de nuevo a su disposición para dar respuesta al inmenso reto que tenemos por delante», concluye. El 3 de abril, la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales ya remitió una primera carta al ministro del Interior, en la que le reclamó la actuación urgente de su departamento, competente en el control de fronteras, y del resto de ministerios implicados, ante la entrada masiva de personas de manera irregular a través de Barajas. En esa primera misiva, la consejera alertó al ministro de que «esta inacción y ausencia de control por parte del Gobierno de España estaba haciendo más vulnerables a estas personas, convirtiendo a nuestro país en la puerta de entrada para las mafias de trata de personas (especialmente mujeres y niños), y poniendo en grave riesgo» el sistema de protección de menores. Según fuentes de la Comunidad, el ministro del Interior contestó el pasado 23 de mayo (casi dos meses después), y aseguró que «ya se habían tomado medidas, como la imposición de visado de tránsito a países como Turquía, Kenia, Somalia o Senegal, lo que había permitido disminuir ese irregular proceder». La realidad, replica el Gobierno regional, es que la situación no ha mejorado y Barajas «sigue siendo un coladero para las mafias».
