El Servicio Secreto reconoció el sábado que había negado las peticiones de recursos federales adicionales solicitadas por el equipo de seguridad del expresidente Donald Trump en los dos años previos a su intento de asesinato , según recoge el medio estadounidense 'Washington Post' y confirma el medio neoyorquino 'The New York Times'. El pasado sábado, tras el tiroteo en el mitin republicano en Butler, Pensilvania, el Servicio Secreto recibió acusaciones por parte de miembros del Partido Republicando de habían rechazado solicitudes de aumentar el número de agentes en los actos de campaña del expresidente Trump . El jefe de comunicación del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, respondió a las críticas en su cuenta de X: «Hay una afirmación falsa de que un miembro del equipo del ex presidente solicitó recursos de seguridad adicionales y que fueron rechazados. Esto es absolutamente falso . De hecho, agregamos recursos, tecnología y capacidades de protección como parte del mayor ritmo de viajes de la campaña«. Sin embargo, el Servicio Secreto reconoce ahora que sí han denegado algunas solicitudes de seguridad adicional , principalmente, para eventos deportivos y otras grandes reuniones públicas a las que asistió el expresidente. Cabe destacar, según dice Guglielmi, que los recursos federales adicionales no eran específicamente para el mitin en Butler, donde se produjo el tiroteo. De todas formas, el Servicio Secreto contaba con especial atención en Donald Trump, pues los servicios de inteligencia estadounidenses habían recibido una amenaza de Irán directa al expresidente . Como escribió para ABC el corresponsal en Washington, David Alandete: «El portavoz del Servicio Secreto, Guglielmi, confirmó que recientemente se 'añadieron recursos y capacidades de protección al equipo de seguridad del expresidente'. Realizar mítines al aire libre conlleva más riesgos que en recintos cerrados con acceso controlado. Irán había prometido vengarse por la muerte del comandante Qasem Soleimani en enero de 2020, en un ataque ordenado por Trump«. Thomas Crooks cogió un rifle AR-15, el más común en los múltiples tiroteos masivos estadounidenses, y se subió a un tejado a algo más de 130 metros del escenario desde donde Donald Trump pronunciaría su discurso en Butlet, Pensilvania. El joven de 20 años disparó su rifle e impactó ligeramente sobre la oreja del candidato republicano , además, llegó a matar a un asistente y dejó heridos otros dos, antes de que un francotirador abatiera al asaltante. El Servicio Secreto tardó en reaccionar cuando diversos testigos oculares alertaron previamente de que algo sospechoso estaba sucediendo en el edificio más próximo al mitin. El Servicio Secreto lleva en el punto de mira de las críticas desde el intento de asesinato al expresidente, mientras que ellos afirman estar sobrecargados, sobre todo, en tiempos de campaña electoral, donde los baños de masas y la exposición pública está a la orden del día. A pesar de las críticas, D onald Trump agradeció la actuación de los agentes del organismo de seguridad estadounidense: «Quiero dar las gracias al Servicio Secreto de Estados Unidos y a todas las fuerzas de seguridad por su rápida respuesta al tiroteo que acaba de tener lugar en Butler, Pensilvania». No obstante, la respuesta del Servicio Secreto fue poco contundente, no han realizado ningún tipo de rueda de prensa o conferencia en la que los medios pudieran preguntar al respecto. No es la primera vez que Estados Unidos sufre un intento de magnicidio, como el asesinato del expresidente John Fitzgerald Kennedy —JFK—, ni que el Servicio Secreto deja una actuación errónea, como cuando un intruso accedió a la casa del asesor de Seguridad Nacional de Joe Biden, Jake Sullivan, saliendo este indemne.
