Hace dos meses y medio una reunión en Madrid sentó a representantes de Junta y Gobierno a la mesa para analizar el escenario de la campaña de incendios forestales y repasar todo lo que ocurrió en el fatídico estío de 2022 en que ardió el país. «Coincidimos en que no es muy adecuado» que la materia volviera a ser «arma» para el «enfrentamiento político» , según señaló ayer el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Quiñones en una jornada en la que la tregua se desvaneció. Al calor de julio esas llamas que nunca habían llegado a estar completamente extinguidas se han vuelto a avivar en plena alerta por el riesgo que las altas temperaturas que se esperan el fin de semana juegan en la extinción de fuegos forestales. Populares y socialistas habían seguido apuntando en Castilla y León e n alguna ocasión a los mismos focos que la campaña pasada: la oposición reivindica más medios y mejores «condiciones» y la Junta recrimina el descenso de medios aéreos del Ministerio. Es en torno a este último argumento donde se ha prendido la mecha que ha saltado al Gobierno. Y es que poco después de esa citada reunión, y tal y como avanzó en una comparecencia en las Cortes, Quiñones mandó una carta a la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, para que aclarara esa disminución, algo que hizo en otra misiva que ayer hicieron pública desde el PSCL para enfado del consejero. En rueda de prensa, el portavoz socialista de Medio Ambiente en las Cortes, José Luis Vázquez, informaba del contenido de la misiva de la vicepresidenta, en la que reconocía la «no disponibilidad» de ciertos medios que se viene produciendo desde 2022 en el contexto de la invasión de Ucrania así como por una alta demanda que dificultaba su «disponibilidad» . «El mercado está muy tensionado y se están explorando otras alternativas» , señalaba Ribera en un documento en el que también apuntaba que, por otro lado, la «competencia» en prevención y extinción es de las comunidades y los aviones del Miteco son de «apoyo» . «No se conoce el contenido de la carta que yo mandé», contestó después Quiñones al ser preguntado por el documento firmado por Ribera molesto porque se haya dado a conocer. Se había, dijo, llegado a un pacto de «delicadeza institucional» que «no se ha cumplido». Él, por su parte, señaló que seguiría en la «misma senda», si bien algo entró en faena al afirmar que la carta de la ministra «viene a reconocer» ese descenso de medios. La 'guerra' no se acotó ayer sólo a esa comunicación. Vázquez, en su rueda de prensa había considerado que el consejero es «peligroso» al frente de la gestión de incendios. Le apuntaba como «responsable» de que el operativo tenga los «peores medios de España» y denunció que en todas las provincias se acumulan vacantes sin cubrir en el operativo y que sigue habiendo personal contratado por «tres meses». «Todo es mentira» , replicó el consejero. «Estamos en periodo de alerta» , recordó Quiñones, antes de reclamar un «mínimo de educación y lealtad» .
