Cae la noche en el cine de verano y recuerda el alma dormida la primera vez que se alumbró sólo con la luna . Era una madrugada clara de finales de verano y en la tierra calma de un cortijo de la vieja carretera de Málaga no había otra luz que la que el sol proyectaba en la luna y rebotaba blanca, sutil y suficiente para pasear por los terrenos, divisar los pocos cerros y distinguir el camino del campo de labranza. El satélite había sido hasta entonces en el cielo de verano poco más que un adorno en la noche que iluminaban farolas, bares y escaparates. La atmósfera de aquella noche lejana reaparece cuando el cielo del Coliseo San...
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