La consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, ha anunciado este jueves que el próximo curso 2024/2025 se va a poner en marcha un sistema informático por el que «diariamente» las empresas que suministran los menús escolares tendrán que informar de las cantidades servidas y el porcentaje de consumo de cada plato, una medida que «será también un importante indicador de calidad». La Junta ha desarrollado además un «nuevo programa de seguimiento y rechazo de menús con objeto de identificar qué platos no son aceptados por el alumnado de forma que se puedan implantar las medidas correctoras oportunas». Así lo ha confirmado Del Pozo en su comparecencia en la comisión parlamentaria sobre comedores escolares solicitada por PP, PSOE, Vox y Por Andalucía. En la comunidad, se sirven cada curso más de 21 millones de menús escolares en más de 2.000 centros docentes que tienen autorizados este servicio. El próximo curso, habrá trece comedores escolares más; desde 2019, 127 más. El 45% de los más de 200.000 usuarios que hay no pagan el comedor gracias a las bonificaciones de la Administración. La consejera ha puesto en valor el «esfuerzo presupuestario» por parte de la Junta de Andalucía «no sólo para seguir ampliando la red sino para garantizar su sostenibilidad y calidad», y ha cifrado en más de 78 millones la inversión en 2024. Entre los datos detallados por la consejera, están las inspecciones que se realizan a los comedores escolares. Dentro del Plan Evacole, perteneciente a la Consejería de Salud y Consumo, se programan más de 600 controles 'in situ' con el objetivo de garantizar las propiedades nutricionales y organolépticas. En 2023, se hicieron en concreto 494 inspecciones de las cuales 98 terminaron en «no conformidad». La Agencia Pública de Educación (APAE) también realiza inspecciones. En 2023, 126 auditorías con 48 expedientes informativos y 23 penalizaciones. En su intervención, Del Pozo ha informado de que la renovación de los contratos para los dos próximos cursos en 1.445 centros educativos supone una inversión de 144 millones, con «novedades» en los criterios incluidos en los pliegos para, entre otros, proporcionar «una atención más personalizada» al alumnado con necesidades especiales o «favorecer la introducción de productos ecológicos» para que los comedores escolares sigan siendo «una palanca importante para el incentivo de consumo de este tipo de productos en Andalucía». En 2023, gracias a este criterio, que vuelve a aumentar su puntuación, en los comedores escolares andaluces se consumieron cerca de 4,1 millones de kilos de productos ecológicos. Ante las críticas de la oposición sobre la calidad de los menús y las incidencias que se registran, la consejera de Desarrollo Educativo ha reconocido que el sistema «tiene fallos. Es normal que se produzcan incidencias, como bajas médicas o problemas con las raciones. Es imposible que funcione al cien por cien perfecto », ha sostenido Del Pozo, respaldada por el diputado del PP Mariano García, que ha preguntado al PSOE si, cuando ellos gobernaban, «no tuvieron nunca ningún problema ¿En 21 millones de menús no hay ningún problema?». La parlamentaria socialista Susana Rivas ha acusado a la Junta de «incumplimientos graves o muy graves» y ha calificado la gestión de los comedores escolares de «chapuza». Asimismo, ha lamentado que la Administración educativa andaluza «haga caso omiso a las reivindicaciones de las asociaciones de madres y padres », al tiempo que ha recordado que el servicio de comedor es básico para muchas familias que viven en riesgo de pobreza -la tasa de riesgo de pobreza infantil ha subido en Andalucía cuatro puntos y roza ya el 47%-. En la misma línea se ha manifestado la diputada de Vox Mercedes Rodríguez, que ha advertido de la «infradotación presupuestaria» para becas de comedor y que ha exigido que los padres puedan ver cada día lo que se les sirve a sus hijos.
