El expresidente de los Estados Unidos y candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre, Donald Trump , ha dicho en una entrevista concedida a Bloomberg Businessweek que Taiwán debería pagar por el apoyo militar que recibe de los Estados Unidos frente a la presión que ejerce China al considerar Taiwán como parte de su territorio. La relación a tres bandas entre China, Taiwán y Estados Unidos es un dolor de cabeza para ellos y un punto caliente para todos. Taiwán cuenta con el dominio sobre la industria de los semiconductores con más del 68 por ciento de la producción mundial y más del 90 por ciento de la fabricación de los más desarrollados , que se encuentran en torno a los dos nanómetros. Los semiconductores son unos componentes electrónicos, normalmente de silicio, exageradamente pequeños que son esenciales para la economía mundial por su papel en los dispositivos electrónicos. «Los conozco muy bien, los respeto mucho. Se han quedado casi con el 100% de nuestro negocio de semiconductores. Creo que Taiwán debería pagarnos por la defensa «, dijo Trump. Estados Unidos diversificó su producción durante el boom de la globalización y la empresa Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) fue adquiriendo relevancia, hoy es la más valiosa del mundo, otorgando a Taiwán el estatus de protegido bajo el denominado escudo de silicio . Por su parte, China cuenta con diversas razones para poner su mirada fija en Taiwán: primero por una cuestión política e identitaria , pues considera que Taiwán es parte de su territorio, sin embargo, también hay una implicación económico-científica, pues gasta una suma muy elevada de dinero para importar estos microchips y no cuenta con la capacidad de fabricarlos . Debido a la presión asfixiante que ejerce China , TSMC entiende la necesidad de abrir fábricas fuera de Taiwán, por ello, ha expandido su labor a múltiples países, entre ellos, a Estados Unidos. Resulta que La empresa taiwanesa ha sido una de las beneficiarias de la ley estadounidense Chips and Science Act de 2022 para atraer a compañías, con el fin de construir fábricas de microchips y devolver así a los Estados Unidos a una posición de poder al respecto. TSMC ya ha construido dos plantas en Estados Unidos y ha anunciado planes para una tercera, lo que eleva su inversión a un total de 65.000 millones de dólares. Estados Unidos, pese a no reconocer a Taiwán como estado independiente, cuenta con fuertes lazos con el territorio asiático y le apoya militarmente para contrarrestar la influencia china , de hecho, ha aprobado recientemente un importante paquete de ayuda militar. Sin embargo, la decisión expansionista de TSMC debilita la posición de Taiwán bajo la protección del escudo de silicio desplegado por Estados Unidos. Una escalada del conflicto a tres bandas supone un problema serio para la sociedad de consumo mundial , ya se ha notado la escasez de microchips en un aumento del precio de la tecnología en general y una bajada de la producción, como fuera el caso de las consolas PlayStation 5 . Un conflicto allí solo pronunciaría más esta crisis y afectaría todos los sistemas , desde el desarrollo de nueva tecnología a digitalización de los procesos.
