Desde que fuera elegida como la mejor ciudad para vivir de todo el mundo por InterNations, Valencia no ha dejado de obtener galardones y reconocimientos internacionales. Enamorando en cada rincón, su mediterránea oferta cultural, histórica, patrimonial y gastronómica ha fortalecido su alcance continental después de que incluyeran su pulmón verde, el Jardín del Turia , entre los parques más bonitos del planeta. El ranking publicado por la principal empresa británica de seguros de viajes Insureandgo coloca al espacio verde urbano, diseñado por el arquitecto Ricardo Bofill y el más grande de toda España con cerca de nueve kilómetros, como el quinto mejor jardín del mundo , sólo por detrás del Arboreto Boyce Thompson (Arizona, EEUU), los Jardines Escondidos de Plas Cadnant (Gales), el Jardín Botánico de Missouri (EEUU) y el Real Jardín Botánico de Melbourne (Australia). Tal es su apuesta por la sostenibilidad urbana que Valencia ostenta este 2024 el título de Capital Verde Europea, gracias en parte a su extraordinario patrimonio, como los Jardines del Turia, pero también por otros espacios como el Parc Central. De hecho, más del 70% de la ciudadanía dispone de un espacio verde a menos de cinco minutos de su casa, con más de 7,5 metros cuadrados de zonas verdes por habitante . A estos se añaden ecosistemas singulares como el Parque Natural de l'Albufera, donde la flora y fauna autóctonas confluyen con agricultores que cultivan los ingredientes de proximidad y kilómetro cero. En cuanto al Jardín del Turia, el parque urbano público situado en el antiguo cauce del río que porta su nombre, contabiliza más de tres millones de visitantes anuales, siendo el más visitado de España. Desde el Parque de Cabecera hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias, se ha convertido en el circuito perfecto para runners, ciclistas, familias y amantes de la naturaleza. Está coronado por 18 puentes que rezuman historia y limita con algunos de los principales museos y monumentos de la ciudad, como las Torres de Serranos, puerta de la antigua muralla, el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) o el Museo de Bellas Artes. Estos jardines, concebidos por Bofill después de que la gran riada del 14 de octubre de 1957 que desoló la ciudad obligara a desviar el cauce al sur, se inauguraron en 1986 y fueron diseñados por un grupo de urbanistas y paisajistas que reprodujo el antiguo paisaje fluvial y repartió palmeras, naranjos, fuentes, pinos, plantas aromáticas, estanques y rosales por todo el espacio. «Se podría decir que los Jardines del Turia conectan la sabana africana, recreada fielmente en el Bioparc , con el mundo submarino y los ecosistemas que pueden visitarse en l'Oceanogràfic, o con el espectacular auditorio de ópera, el Palau de les Arts, ambos en la Ciudad de las Artes y las Ciencias», explican desde Visit Valencia. Entre algunos de sus tesoros se encuentra el Gulliver , un inmenso parque de toboganes para que los niños trepen por los dedos, el pelo o las piernas de esta gigante figura de 70 metros. También se puede ver desde sus carriles el icónico Palau de la Música e históricos puentes como San José (S.XVII), Serranos (S.XVI), Trinidad (S.XV), del Real (S.XVI) y del Mar (S.XVI); así otros más recientes como el Puente de la Exposición, el del 9 d'Octubre, el de las Flores o el de l'Assut d'Or; diseñados por Santiago Calatrava; el de las Artes, junto al IVAM, de Norman Foster; o el del Ángel Custodio, de Arturo Piera.
