La industria fue el principal impulsor de la economía de Castilla y León en 2023 y lo volverá a ser en este año, para el que Funcas prevé un crecimiento del PIB (Producto Interior Bruto) de la Comunidad del 2,3 por ciento, frente al dos del ejercicio previo, aunque dos décimas por debajo de la media nacional (2,5). El «elevado peso» en su estructura productiva del automóvil y los bienes de consumo están detrás de ese empuje, de acuerdo a los datos dados a conocer ayer. A estos sectores, que son los «que más empuje» registran este año, se une también la construcción, para la que este centro de análisis espera «un dinamismo superior a la media, a partir de la evolución de sus visados y licitación». Por contra, en servicios, los sectores motores del crecimiento «tienen un peso relativamente bajo», considera estima Funcas.Por lo que se refiere al empleo, en términos EPA (Encuesta de Población Activa), avanzará un 1,5 por ciento, rebajándose la tasa de paro hasta el 8,7 por ciento -cerró el pasado año en el 9,7-, por debajo de la media nacional, que el estudio sitúa en el 11,2 por ciento, aunque por encima de la media europea, que según el BCE será del 6,5. Para explicar estas cifras de desempleo, Funcas hizo especial hincapié en la detención del declive demográfico, al menos en lo que se refiere a población activa, recoge Ical. Para esta institución, la incorporación de mano de obra foránea está permitiendo frenar la caída demográfica.En cuanto a las cuentas públicas, Castilla y León registró déficit tanto en 2022 como en 2023, del 1,14 y del 0,69 por ciento del PIB, respectivamente. La previsión para este ejercicio apuntada ayer es que las cuentas públicas arrojen un déficit en todas las comunidades, excepto en País Vasco y Navarra. Entre otros datos en clave económica, Funcas también destacó el incremento del IPC desde que en enero de 2021 la inflación comenzó a despegar. Castilla y León está entre las tres autonomías en las que ha aumentado más de 20 por ciento.
