Una masa de aire muy cálida se aproxima a España desde el norte de África. Este miércoles las temperaturas se elevan, pero a partir del jueves todo apunta a que el país entrará oficialmente en la primera ola de calor del verano, que podría elevar los termómetros a los 44 grados en la meseta sur del país, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Después de una primera quincena de julio «normal» (+0,4 ºC respecto al promedio normal del periodo 1991-2020), ahora el calor podría persistir hasta mediados de la próxima semana y estará acompañado de calima o partículas en suspensión. A partir del jueves vendrán los días más duros y el día álgido del episodio será, probablemente, el viernes, aunque oficialmente la ola de calor se desarrollará hasta el sábado. Está previsto que las zonas más afectadas se localicen en la mitad sur y el cuadrante noreste de la Península. El viernes, por ejemplo, se prevén los 40 grados de forma generalizada en todos estos territorios. Y las noches tampoco darán respiro, ya que en el momento más fresco del día los registros se situarán en 24 grados, sobre todo en el sureste y, de forma más puntual, en otras áreas de la mitad sur peninsular y depresiones del noreste. Estos altos registros también afectarán, aunque de forma menos intensa, a la meseta Norte e interior de Mallorca, donde se alcanzarán los 36 ºC y puntualmente los 38º. Solo el noroeste peninsular y el área cantábrica quedarán al margen de esta situación. Allí habrá un flujo de aire atlántico, más fresco, que les librará de las temperaturas excepcionales. Todo ello acompañado de calima o polvo en suspensión, lo que podría empeorar la calidad del aire. La previsión de la Aemet indica que es posible que el sábado llegue una masa de aire atlántica más fresca que alivie las temperaturas, especialmente en la vertiente atlántica peninsular. Esto servirá para sacar al país de la primera ola de calor del verano, pero los valores seguirán siendo altos para la época, sobre todo en el tercio este peninsular, donde el viento de componente oeste provocará un aumento adicional, con máximas que pueden llegar a los 42º y 44º en los valles del Ebro, el Júcar y el Segura.
