A estas alturas, está claro que el videojuego no sería lo mismo sin Razer . La compañía no deja de llenar el mercado de dispositivos interesantes centrados, en concreto, en mejorar la experiencia de uso de los 'gamers'. Y de llevarla, a ser posible, a otro nivel. Esto lo hemos visto, por ejemplo, en la marcada apuesta de la empresa por desarrollar dispositivos con su propia tecnología háptica -que mejora notablemente la inmersión gracias a la vibración a través del sonido- o en sus controles, que siempre -o casi- se encuentran entre los mejores del mercado. Pero la marca no se entiende sin prestar atención también a sus ordenadores. Y tiene uno en el mercado que, ya lo avisamos, cuenta con muchos requisitos para llamar la atención del 'gamer' más sibarita y competitivo (siempre y cuando se lo pueda permitir): el Razer Blade 16 . En ABC hemos pasado varias semanas testando el portátil. Lo hemos empleado para trabajar, editar vídeo pero, sobre todo, para lo que está pensado, que es, evidentemente, para jugar a videojuegos. El Blade 16 - hemos probado la versión con 32 GB de RAM y 1TB de almacenamiento- monta la primera pantalla OLED de 16» capaz de alcanzar tasas de refresco de 240 Hz que hay en el mundo. Este detalle es importante, para empezar, porque la calidad de imagen que ofrece el panel es sobresaliente. No hay queja posible a nivel gráfico. Luego, los 240 Hz garantizan que el videojuego de turno, o la aplicación, por exigente que sea, va a correr perfectamente en todo momento, sin tirones. Y, aquí, no cabe duda que el dispositivo cumple a la perfección. No se le puede pedir más. A esto, evidentemente, también ayuda su procesador Intel Core i9-14900HX, lanzado hace apenas unos meses, y que destaca por su enorme potencia. Lo aguanta todo, y también lo hace todo bien. También ayuda el que el ordenador venga, de serie, con una tarjeta gráfica GeForce RTX 4080. Es además, compatible con las RTX 4070 y 4090. Pero no queremos irnos por las ramas con las especificaciones técnicas. Lo importante es que en el Blade 16 vas a poder jugar a todo lo que quieras con una gran calidad de imagen. Durante las pruebas lo hemos usado con juegos como el reciente ' Senua's Saga: Hellblade II ' o al 'EA Sports FC 24'. Y no hay queja. Al menos si hablamos de la calidad de imagen, del sonido (monta cuatro altavoces y tiene tecnología de audio espacial) y de los gráficos. Otras cosas no nos han gustado tanto. El Razer Blade 16 lo mueve todo bien. Pero avisamos que, como pasa con la inmensa mayoría de los ordenadores 'gaming', cuando se está jugando a videojuegos exigentes puede llegar a calentarse de forma notable. Por lo tanto, hay que andar con cuidado con esto. Nada de jugar con el ordenador encima de las piernas. Como decimos, el calentamiento no es algo raro en este tipo de dispositivos. Pero no no te pienses que la temperatura que llega a alcanzar tiene algo que ver con la del portátil de gama media típico que se usa para el trabajo. El sistema de refrigeración cumple, pero hay que tener en cuenta que también hace algo de ruido. No lo suficiente como para molestar mientras se está jugando, porque el sonido del Razer Blade es bastante bueno. La batería, lo dejamos claro, no es uno de los puntos fuertes del portátil. Si se usa para navegar y usar 'apps' poco exigentes, sin problema, tienes horas y horas de autonomía. Con los juegos la historia es algo distinta. A la hora aproximada, la carga ya suele estar bastante mermada, por lo que, para partidas intensivas, lo mejor es tener el cargador siempre bien a mano. Este ofrece una potencia de 330 W, y no tiene problemas para 'alimentar' al portátil hasta los topes mientras se está jugando. Por otro lado, el Blade tiene un teclado cómodo y de primera calidad. Sin quejas aquí. En la mano, no pesa mucho, unos 2,5 kilos, que no está nada mal teniendo en cuenta lo que lleva por dentro. Además, cuenta con todo tipo de puertos. USB-C, Thunderbolt, HDMI para conectarlo al televisor... De todo. Consideramos que el Razer Blade 16 puede ser una gran opción para el 'gamer' más competitivo a nivel online , que quiera un ordenador rápido y con una buena tasa de refresco para mejorar sus resultados. Si no entras dentro de este grupo, atendiendo al precio, que parte de los 3.500 euros, lo mejor es que busques un portátil distinto. Con todo, más allá del tema de la batería y del sobrecalentamiento, que no son cosas raras en este tipo de dispositivos, no le encontramos pegas. Un portátil de gama alta que rinde perfectamente y ofrece muy buenos gráficos, además de un gran sonido.
