En pleno verano, las terrazas de bares y restaurantes se llenan hasta rebosar. Tinto de verano, cerveza, refrescos, pinchos y muchos otros refrigerios reinan en las mesas de los clientes y turistas que buscan disfrutar del tiempo libre en nuestro país. Uno de los lugares que refleja esta estampa de manera muy significativa es Benidorm. La ciudad de los rascacielos es uno de los destinos favoritos de turistas tanto españoles como extranjeros, aunando playa y mucha oferta de ocio y gastronomía . Desde el programa de LaSexta ' Apatrullando ', Jalis de la Serna ha querido adentrarse en uno de las calles más céntricas de Benidorm, el barrio vasco o la zona de los vascos. «Esto es traer la cultura del caserío a la ciudad de los rascacielos» comenta uno de los hombres que se encuentra en la citada vía. El periodista charla con varias de las personas que se encuentran tomando algo en alguno de los muchos bares que llenan esta zona , encontrando una mujer vasca que dice llevar 30 años yendo a Benidorm con varias cuadrillas que salen a «potear» todos los días en la zona. De la Serna se adentra aún más en este mundillo al hablar con uno de los propietarios, concretamente el de la taberna Aúpa, quien le cuenta la situación de la hostelería benidormense , la cual va en aumento. El periodista le pregunta cuántos camareros trabajan con él ante la afluencia de clientes del verano: «Pues ahora mismo hay seis, hay que tener en cuenta que hay mucha rotación, que no cierro ningún día y que está abierto de 12:00 a 00:00» explica el dueño del negocio. El programa también habla con una de esas trabajadoras, luisa, a quien Jalís lanza la siguiente cuestión: «¿Qué tal le paga este señor?». A esto, la camarera responde: «Unos 1.500 1.600 euros más la propina que nos dan...» comienza diciendo. Al ser preguntada por si tiene un buen sobresueldo con las propinas, la camarera responde: «La propina es un sobresueldo, evidentemente, la de los ingleses. Unos 100 o 150 euros semanales por cabeza. Cuatro personas nos pueden dejar como media 10 o 50 euros y hasta 100 que nos han dejado. El español da 10 céntimos », explica la joven. Y es que, aunque la propina es algo conocido de sobra en España, no existe ley o norma popular que indique la obligación de dejarla, como sí ocurre de manera más notoria en otros países y zonas del mundo como Estados Unidos, donde esta se incluye incluso en la cuenta final del consumidor. Además, en nuestro país la propina es algo voluntario que suele aportarse en función de cómo de contento ha quedado el cliente con el servicio recibido y con la experiencia general del bar o restaurante al que ha acudido.
