Una de las barreras que deberá sortear la ley de r educción de jornada que el Gobierno quiere implantar a partir del próximo año con el máximo de 37,5 horas semanales es la propia composición del tejido productivo. El hecho de que el 99% sean pymes configura un obstáculo difícilmente cuantificable, toda vez que en la incorporación de la normativa no sólo el coste asociado determina el impacto sobre la actividad , sino la capacidad de reorganización de los recursos humanos o de redistribución de horarios también supone un elemento diferencial a la hora de poder ingerir la medida con el menor daño posible. En este sentido, el temor entre las pymes por los efectos impredecibles está altamente extendido, y no parece que los mimbres de la negociación tripartita entre Gobierno, patronal y sindicatos vayan a trasladarse en medidas compensatorias que aplaquen el golpe. Nada más lejos, parece que se impondrá una versión severa del recorte de jornada a 37,5 horas, con algún elemento de flexibilidad en la distribución de los horarios y, está por ver, alguna ampliación del por ahora inexistente periodo de transición de la ley. Según se desprende del 'II Informe de Pymes y Autónomos de España' elaborado por la aseguradora Hiscox, el 58,8% de los negocios piensan que la medida no será beneficiosa . Entre las razones por las que así lo piensan, un 40% afirman que no se ajusta al perfil de la empresa, un 17,1% creen que la productividad descenderá y un 10,1% creen que provocará problemas económicos. «Al igual que medidas como el aumento del salario mínimo interprofesional, la reducción de la jornada laboral, la semana de cuatro días y el teletrabajo tiene tanto empresarios defensores como detractores por el impacto que estas pueden tener en sus negocios y, por tanto, en su viabilidad», señala David Heras , director General de Hiscox España. Recuerda el informe de la aseguradora que sí existe cierto nivel de aceptación hasta la medida. De hecho, un 28,2% de pymes mantienen una posición favorable ante esta medida y cree que será beneficiosa para su empresa. Entre las bondades, un 17,1% creen que aumentará la satisfacción de los trabajadores. En el estudio también se recogen datos en relación a la jornada de cuatro días . En este sentido, se revela que un 54,7% de las pymes y autónomos españoles están a favor de esta medida, frente al 41,2% que no están de acuerdo. Ambos porcentajes han caído en relación al año pasado, cuando el porcentaje de estas empresas y profesionales que estaban a favor ascendía al 80,5% y el que no al 45,2%. Sin embargo, actualmente, un 73,5% de las pymes y autónomos españoles no tienen intención de implementar la semana laboral de cuatro días. Por último, sobre el nivel de implantación de las medidas destinadas a mejorar la conciliación, un 42,1% del total de estas empresas y profesionales tienen implementado el teletrabajo , un porcentaje que asciende del 30,9% del año anterior. Sin embargo, estos porcentajes varían en función del número de empleados de las pymes, facturación, antigüedad y por sectores. Así, en cuanto al conjunto de pymes de diez a 250 empleados , sin contar con aquellas micropymes que tienen entre uno y nueve trabajadores, el porcentaje de implementación del teletrabajo ascienden al 72,8% . Por otra parte y en el caso de aquellas pymes y autónomos que facturan más de 5 millones de euros, es el 73,9% las que lo tienen, frente al 41,3% de las que facturan menos de dicha cifra. Por antigüedad, cuentan con ello el 67,5% de las empresas de más de cinco años de vida, y el 51% de las de menos de cinco años, y por sectores, el 54,2% de las pymes y autónomos del sector industria tienen implementada esta medida y el 55,1% de aquellas que pertenecen al sector del comercio.
