Por primera vez, el escenario para representar el teatro de Ramón María del Valle-Inclán ha sido el verdadero lugar de los hechos. El Pazo de Rúa Nova, en Vilanova de Arousa (Pontevedra), ha abierto este jueves sus puertas a dos actores que han representado la escena de 'Romance de Lobos' en la que los hijos del protagonista, D. Juan Manuel, saquean la capilla tras morir su madre. Uno y otro, Pedrito y Farruquiño, se 'escurrieron' entre el público para alcanzar su botín en una experiencia «histórica» por haber podido ubicarse en el edificio, que perteneció a familiares del autor durante generaciones. Así lo consideran desde Festivalle, un certamen centrado en su figura que este año echa mano de una variedad de formatos para celebrar su tercera edición. Con el curso académico se ofrecieron ocho conferencias a modo de acercamiento a la vida de Valle-Inclán, que preparaban al espectador para un máximo disfrute del plato principal, las representaciones teatrales, que fueron cuatro: 'Divinas Palabras', 'Hasta aquí hemos llegado', 'Luces de Bohemia' y 'Ligazón. Aunque la más especial fue, indudablemente, la escena representada 'in situ', en la capilla, con los dos saqueadores de la historia gesticulando en su diálogo hacia elementos presentes y que el público podía ver: una lámpara de araña, el altar a San Miguel, la espada que sostiene... Y, antes de eso, el profesor Francisco Xavier Charlín ha ofrecido una conferencia en la que se ha remontado siglos atrás para relatar la historia del edificio. Porque, según ha expuesto Charlín, la suya es una historia vinculada a la de la familia del autor, de ascendencia hidalga, que durante generaciones buscó la obtención de títulos nobiliarios. No así a la del propio Valle-Inclán, cuya rama familiar era distinta a la que residía allí y, pese al discurso que ha acabado asentándose en el imaginario popular, lo más probable es que no pasase sus años jóvenes en el pazo, ha explicado el profesor. Pero sí que le guardaba el escritor un aprecio singular a aquel lugar, al que acudía de cuando en vez y que aparece como escenario –e, incluso, poco menos que como un personaje más– en varias de sus obras. En su conjunto, el festival es un tributo que el pueblo de Vilanova ha querido rendir a su hijo pródigo y en el que vecinos y expertos han volcado pasiones. Un gran ejemplo es la cesión del Pazo al Ayuntamiento por parte de los familiares, y el posterior permiso municipal que ha permitido incluirlo en la programación, «recuperando» así «un espacio valleinclaniano» para su puesta de largo como escenario. Y, arquitectónicamente, la edificación es impresionante: cuenta con dos alas residenciales y la referida capilla que preside una efigie de San Miguel, victorioso sobre el cuerpo de Satanás. Su importancia, señala el experto, queda plasmada al considerarse parte de un «triunvirato axial» de lugares del itinerario biográfico del autor, junto a la Torre de Bermúdez –otra de las propiedades de las que su familia fue propietaria– y al Pazo de O Cuadrante –hogar de su abuela y actual museo–, próximo al de Rúa Nova. Precisamente, en la que hoy es la Casa-Museo Valle Inclán se reúnen documentos, abalorios y otros objetos que retratan la vida del autor. Como complemento para esta experiencia monográfica, la instalación artística 'Luces na Pastoriza', que firman Marta Iglesias, Adolfo Barcia y Juan Fernando de Laiglesia. Varias obras, tanto plásticas como en pintura, exploran las experiencias y la forma de pensar de Valle-Inclán y las retratan de formas únicas. Junto a cada una, figura un extracto de un texto del escritor con la clave que da sentido a la pieza, casi a modo de adivinanza para que el visitante la descifre. Las inspiraciones van desde su fascinación por México hasta el misticismo con el que impregna 'La Lámpara Maravillosa'. La intención, cuentan los artistas a ABC, es que espectador, obra y entorno dialoguen de forma orgánica; precisamente, la muestra se configuró específicamente para ocupar el espacio que la alberga, la Capilla de A Pastoriza, y ningún elemento ocupa su sitio por casualidad. Es visitable, de seis a nueve de la tarde, hasta el día 28 de julio. Celebrando ya su tercera edición, Festivalle sigue adelante con el mismo objetivo con el que nació: consolidar Vilanova como cuna, en lo social y en lo cultural, de Ramón María del Valle-Inclán. Se trata, a día de hoy, del único certamen en España que está dedicado enteramente a una única figura ilustre, y actualmente cuenta con el apoyo de la Xunta, el Concello y la Diputación de Pontevedra. Según explicó la organización del evento a ABC, la afluencia estimada este año es de 3.000 asistentes.