Hace cuatro meses la Fundación Gala-Dalí y La Roca Village revelaron la personalidad de Gala a través de veinticuatro piezas de su colección de moda en 'El despertar del mito: Gala Dalí'. Comisariada por Bea Crespo, del Centro de Estudios Dalinianos con Noelia Collado, Deputy Content Director de La Roca Village y la dirección artística de Montse Aguer, directora de los Museos Dalí, la exposición se desarrolla en tres temporadas: 'Colección primavera-verano', 'Alta costura' (inaugurada el pasado junio) y 'Colección otoño-invierno', que concluirá el ciclo el mes de octubre. Más allá de su condición de musa, ¿qué otras facetas depara Gala? La pregunta ha inspirado 'Muchas caras de Gala', iniciativa de La Roca Village que viene a complementar la muestra del castillo de Púbol. La colaboración con la Fundación Gala-Salvador Dalí, explica Elena Fuguet, directora de negocio de Value Retail Spain, indaga en cómo sería Gala hoy: «Empoderada, libre y fascinante», afirma Fuguet. Que el legado daliniano se difunda en La Roca Village, permite «ir más allá de sus museos y lo acerca a públicos no habituales, de procedencias e intereses muy diversos», añade Félix Roca, director general de la Fundación. Concebida como una exposición al aire libre cuya itinerancia jalonan las fotografías de Jordi Bernadó y las pinturas en las fachadas de las casas de Carla Fuentes, 'Muchas caras de Gala' conjetura imágenes inéditas de la musa polifacética. Noelia Collado, comisaria de la exposición de Púbol, plantea cómo se comportaría la Gala del siglo XXI. Fuentes la imagina tomando el sol en la playa o haciéndose un selfie con un móvil que lleva como distintivo el bigote de Dalí en murales poblados de rosas rojas, abejas (así la identificaba el pintor), las ardillas que Gala coleccionaba y otros iconos cargados de sentido biográfico. Un mundo onírico que nos transporta a Púbol mediante las fotografías que Bernadó realizó en el castillo-museo. Como la de un vestido de Christian Dior que irrumpe en la cocina cual escena surrealista. En las piezas de Dior, Loewe o Schiaparelli el fotógrafo intuye el gesto y la presencia de una Gala que utilizó la alta costura a modo de máscara: «En la moda encontró una forma de mostrarse ante el mundo sin desvelarse del todo», concluye.