El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha anunciado en un discurso pronunciado en un acto paralelo a la cumbre de la OTAN en Washington un paquete de ayuda «increíblemente sólido que se desvelará en los próximos días» para Ucrania que tenderá un puente claro y firme para su ingreso en la OTAN, según informa Reuters. De la misma manera, Blinken también ha anunciado que diversos países de la OTAN, como Dinamarca o Países Bajos, han empezado a enviar aviones F-16 a Ucrania . «Esos aviones surcarán los cielos de Ucrania este verano para garantizar que Ucrania pueda seguir defendiéndose eficazmente de la agresión rusa». El presidente Biden espera que este gesto tenga un efecto disuasorio sobre su homólogo ruso, Vladímir Putin. Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha agradecido la ayuda en forma de «pasos prácticos en el objetivo de los ucranianos». La postura de la OTAN es clara respecto a Ucrania: se unirá a la alianza «cuando los aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones». Mientras tanto, la alianza continuará en esta línea porque consideran que la solución más rápida hacia la paz es con una Ucrania fuerte. Sin embargo, todo este escenario de unión y fraternidad se queda en el aire ante la posible llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. El magnate estadounidense provoca terremotos en la OTAN con cada declaración que hace: amenaza con no apoyar a aquellos países que no cumplan con el compromiso acordado de que el gasto militar debe ser de, al menos, el 2% del PIB del país.
