La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha anunciado que este viernes se pondrá en marcha a modo de proyecto piloto y en el barranco de Masca (Buenavista) la ecotasa anunciada el pasado mes de abril, que supone el cobro por el acceso a espacios naturales para turistas no residentes en la isla. Se trata de un convenio a tres bandas entre el Ayuntamiento de Buenavista, Puertos de Tenerife y el Cabildo, que busca la mejora de los servicios y un incremento de la seguridad, entre ellos la apertura del embarcadero de Masca, que se cerró en 2018. En principio se va a fijar un límite diario de 275 personas que transiten por el barranco, ya que se estima la capacidad en 100.000 visitantes al año. Los visitantes podrán realizar la ruta de forma libre o a con las empresas de turismo activo, si bien sí va a haber una línea de guaguas para regular la movilidad en el acceso al paraje. Los recursos de la empresa pública Tragsa se van a utilizar para gestionar el cobro por la visita, cuyo precio aún no se ha fijado a la espera del desarrollo de una ordenanza general para todos los espacios naturales. El Cabildo y Ayuntamiento han pactado también el aumento del horario de los vigilantes ambientales que en verano se extenderá de 8 a 20 horas. La presidenta anuncio el pasado mes de abril este nuevo modelo de visita va a «aliviar» los trayectos de ida y vuelta en el propio barranco y disminuirá el número de accidentes y rescates, al tiempo que confía en que la limitación de personas contribuirá a rebajar la presión medioambiental. Asimismo, detalló que en la bocana del embarcadero se permitirá el fondeo de hasta cuatro embarcaciones más kayaks y piraguas. Las obras del embarcadero supusieron una inversión insular de 1,6 millones para levantar un dique de 46 bloques de hormigón y una pasarela, con plataforma de embarque que se puede usar también como helisuperficie.