El partido estaba en el peor escenario posible para España, obligada a neutralizar la ventaja de Francia, el equipo que mejor defiende del torneo. La Roja se veía atascada arriba y apurada atrás, con Mbappé haciendo daño una y otra vez por la banda de Navas. Hasta que apareció Lamine Yamal para marcar el golazo del torneo . Recogió la pelota al borde del área, se quitó de encima a Rabiot y la colocó junto a la escuadra con un zurdazo inaccesible para Maignan. Es una obra maestra de la irrupción juvenil en el fútbol mundial desde la aparición de Messi. Ese gol está sólo al alcance de los elegidos, Y él lo es. Su Eurocopa es de estrella mundial. Lleva tres asistencias y un gol. El joven extremo hizo además su gran obra de arte ante un rival que la víspera del partido jugó a apretarle sicológicamente . «Si Lamine Yamal quiere jugar la final de la Eurocopa con España, va a tener que hacer mucho más contra nosotros de lo que ha hecho hasta ahora. Vamos a meterle presión para que no esté cómodo», lanzó Rabiot, un jugador con escamas a sus 29 años. «Es parte del juego. Cada uno utiliza sus herramientas», respondió una hora después Luis de la Fuente, quien dijo que este tipo de situaciones ayudan a madurar a su jugador. Acertó de pleno el riojano. Lamine guardó silencio hasta que pisó el campo. Se hizo con la pelota marcado por el propio Rabiot, se buscó un hueco y anotó una soberbia diana desde 25 metros y a 102 kilómetros a la hora . El jugador que no tiene equipo tras finalizar su contrato con la Juventus se encontró para colmo en el incómodo papel de ver desde primera línea como el catalán le cerraba la boca. «Era un momento difícil. No me lo he pensado mucho. He cogido el balón y he intentado meterla por ahí. He disfrutado con el equipo. Hay que celebrarlo», dijo a pie de campo tras ser nombrado MVP del partido un joven con más desparpajo en el campo que ante los micrófonos. Lamine Yamal se ha especializado en golazos ante los franceses en semifinales. En la misma ronda del europeo sub'17 el jugador del Barcelona anotó una diana muy parecida a la de Múnich. Es un gol que ya es historia del fútbol. Por su importancia, el partido en el que llegó, su belleza y la precocidad de su autor, Es su primer tanto en el torneo y le coloca como el jugador más joven en marcar en una Eurocopa con 16 años y 362 días . Supera así al suizo Johan Vonlanthen, quien tenía 18 años y 141 días cuando marcó también ante Francia en la Euro'04. Lamine bate con esa diana un récord de Pelé, quien se estrenó como realizador en un Mundial con 17 años y 362 días. Lamine intentó repetir su gol en el minuto 81, pero su potente zurdazo se fue esta vez fuera por muy poco. De haber encontrado las redes, el estadio del Bayern se habría venido abajo. El tanto de Lamine Yamal fue además la inyección de ánimo que necesitaba España tras verse por detrás en el marcador. La selección estaba bloqueada hasta que ha aparecido para inventarse esa obra de arte. A partir de ahí la semifinal cambió. Poco después Dani Olmo firmó el segundo gol . Lo que hasta ahora había sido imposible para otras selecciones, remontar a los galos, España lo hizo en cuatro minutos y nueve segundos. Olmo arrancó como suplente, pero vuela . Lleva tres goles y dos asistencias en el torneo pese a haber disfrutado apenas de dos titularidades. La lesión de Pedri le ha aupado al once, situación que el equipo agradece mucho porque es un jugador muy afilado en el área. De hecho, el regate que le hace a Tchouameni en el 2-1 es oro molido. Koundé acabó por meter el balón en la red, pero la UEFA dio el tanto al jugador del Leipzig. «Nos merecemos esta final. El equipo está muy unido y vamos todos a una. Da igual quien juegue», se felicitó un emocionado Olmo. Lamine sabía que gran parte del pase a la final del domingo en Berlín era gracias a él e hizo todo lo posible por amarrarla, incluido un agarrón a Theo Hernández en el minuto 90 para frenar un contragolpe francés que le costó una amarilla. Fue el último intento de los galos. En el descuento la hinchada gritaba «sí, sí, nos vamos a Berlín». El sábado, víspera de la final, celebra su 17 cumpleaños. Tiene claro que regalo quiere, «ganar la Eurocopa». Doce años después, La Roja vuelve a una final de la Eurocopa. Si la gana, será la cuarta, una marca que no tiene nadie. Si la logra, la historia dirá que Lamine, el niño que asusta a Europa, destrozó a Francia en la semifinal.