«La guerra civil española —afirma la historiadora británica Sarah Watling en su extraordinario ensayo 'Mañana tal vez el futuro. Escritoras y outsiders en la guerra civil española' — se recuerda con frecuencia por los escritores extranjeros que hablaron de ella. De todas las derrotas de la historia, tal vez solo la de Troya ha estado tan bien cubierta por la literatura». En efecto, España se había convertido repentinamente en el centro del mundo y nuestra guerra civil aparecía internacionalmente como un enfervorecido campo de pruebas al que, en la década de los años 30, acudían, provenientes de multitud de países, mujeres y hombres, en ocasiones sumamente jóvenes, que deseaban participar en lo que consideraban una lucha trascendental, histórica, frente al...
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