La presidenta de la Asociación de Empresarios de la Construcción e Infraestructuras de Córdoba ( Construcor ), Dolores Jiménez , reclamó este lunes que deben permitirles a los promotores, en pleno siglo XXI, construir edificios de más de seis plantas . El alcalde le tomó la palabra y le contestó inmediatamente en la clausura de la asamblea de los constructores. Y no le cerró la puerta, más bien la dejó abierta o entornada. El alcalde de Córdoba, José María Bellido , tras atender a los medios antes del acto, ya en el interior de la asamblea y en clausura de la misma, señaló que «puede ser el momento de debatir esa propuesta » de los constructores, según ha podido constatar ABC. Es decir, que, al menos, mostró su disposición a que se pueda reabrir el debate de esta cuestión que siempre ha sido tan sensible en la ciudad. Bellido, eso sí, en su intervención también dejó claro que no puede ser un estudio o un debate sesgado con una sola parte, la reclamante de esta medida (los constructores), sino que también tienen que participar otros colectivos, como los ciudadanos. De hecho, el alcalde se mostró abierto a «estudiar esta propuesta», pero siempre sobre los cimientos de que «debe ser un debate en el que participe toda la ciudad». De momento, la pregunta es por qué no se pueden construir en Córdoba edificios que vayan más allá de la planta baja más seis en altura. La respuesta la da el Plan General de Ordenación Urbana de 1986 , que está vigente con su revisión de 2001. En concreto, en su articulado establece que, en suelo urbano y manzana cerrada (las más clásica en la ciudad), la altura de un edificio depende la anchura en la que se edifique. Eso sí, con un tope máximo. No cabe construir, en la ciudad consolidada, edificios superiores a «planta baja más seis» en altura. Hoy en día en Córdoba hay poquísimos edificios que superen esa cifra, casi pueden contarse con los dedos de una mano. Entre ellos, figuran, como ejemplos más significativos, los Ministerios , el actual edificio principal de las delegaciones de la Junta en Córdoba, o el cercano Hospital Provincial . El motivo es que fueron aprobados y ejecutados antes de que entrase en vigor el actual plan de ordenación urbanística. Se les conoce como fuera de ordenación. Sin embargo, no se limitan a esos casos. También hay ejemplos, y mucho cercanos en el tiempo, de posibles excepciones a esa limitación general. El caso más patente dentro de la vigencia del actual Plan de que es posible edificar en mayor altura que baja más seis es la Torre del Agua . Es la excepción. El motivo es que se realizó un plan parcial que la autorizó, entre otros motivos, porque no era aún suelo urbano, sino urbanizable (nomenclatura que hoy ha desaparecido). Por tanto, la siguiente cuestión es si hay algún motivo técnico o geográfico que justifique esa limitación de altura de las viviendas en comunidad en Córdoba. La respuesta de todos los técnicos y especialistas consultados por ABC es que no. Un no rotundo. Es decir, que se trata de una mera decisión administrativa, política o de modelo de ciudad, pero que no se basa en ningún argumento de prohibición por motivos de seguridad o cualquier otra cuestión de este tipo. En este sentido, Cecilio Valverde , desde el punto de vista jurídico, es el más contundente. La decisión de que se limitara o se pueda desbloquear a partir de ahora en más plantas que la baja más seis «depende sólo del Ayuntamiento de Córdoba», porque recuerda que es simplemente «una decisión política » hacerlo de un modo u otro. Valverde explica que, en su momento, el Plan General de 1986 optó «por respetar esa altura». A su juicio, esa decisión de que se limitara a planta baja más seis como máximo, en su momento, «arranca en el plan de Rebollo» porque «Córdoba tiene mucho territorio con un término municipal muy grande», por lo que se podía permitir el lujo, a diferencia de otras ciudades, de «construir con una densidad de población pequeña». Es decir, que los urbanistas y arquitectos del momento apostaron por lo que se conoce como «ciudad difusa», con edificios bajos y muy extendidos, en contraste con la «ciudad compacta», de bloques altos, mucha densidad de población y más servicios de cercanía. Por su parte, el exgerente de Urbanismo Francisco Paniagua también ratificó a ABC Córdoba que «no hay ningún motivo técnico» o de otro tipo que justifique en Córdoba el PGOU recoja la imposibilidad de construir bloques más altos que de planta baja más seis. Para Paniagua, la decisión política de permitir construir más de seis plantas en Córdoba puede ser incluso positivo en situaciones «de zonas deprimidas», como Ciudad Jardín, que «no atrae inversión, porque no tiene valor con la edificabilidad actual, pero que quizás sí tendría rentabilidad con edificios con más edificabilidad en altura». El debate de la altura de los edificios en Córdoba tiene amplia trayectoria histórica. De hecho, la Torre del Agua ha sido la única excepción del siglo XXI al tratarse de un plan parcial especial en suelo de expansión urbanizable. Antes, se plantó el 'Ojo del Califa' de Carlos Ferrater en el actual enclave del Hotel Eurostar Palace. Sin embargo, aquel proyecto murió por la respuesta de determinados colectivos contra su altura. En aquel momento se cuestionó que tuviera más vuelo que la propia Torre de la Catedral, con la que podía impactar, entre las justificaciones para enterrarlo. Ahora, Dolores Jiménez ha vuelto a abrir el debate . El alcalde de Córdoba está dispuesto a estudiarlo y debatirlo. Eso sí, consciente de que debe hacerlo de la mano de toda la ciudad. Un tema histórico de la ciudad vuelve al primer plano.
