Instalaciones en las que se encierran a las personas condenadas por ley, las cárceles siempre suelen despertar mucho interés. Buena parte de ello se debe a que la mayoría de las personas afortunadamente no las ha tenido que pisar, ni como preso ni como visitante, y precisamente por ello son espacios con un cierto misterio. Además, históricamente eran muy distintas a las de ahora y de aquí a que sus celdas, o simplemente su historia, se conserve como política de memoria histórica. En Barcelona , seguramente la de la Modelo es la cárcel que más se recuerda por ser parte de la historia reciente de la ciudad. Sus pasillos, ahora reconvertidos en un espacio museístico, albergaron presos hasta que en 2017 cerró sus puertas, cerrando un importante capítulo del pasado de la capital catalana. La capital catalana, sin embargo, ha tenido más centros penitenciarios que los historiadores se encargan de recordar. El 'tiktoker' Oscar Mereiba , un aficionado a los datos curiosos y a historias callejeras, ha querido precisamente referirse a otra de las cárceles que tuvo Barcelona. Así, hace unas semanas, subió una publicación en su cuenta en la que desveló los detalles de la que para él fue «la más temida» y «la peor» de toda la ciudad. Oscar revela que esta prisión estaba en el Raval. «En 1839 el Ayuntamiento de la Ciudad Condal una nueva oportunidad al convento de San Vicente de Paul », empieza sus explicaciones él, dejando claro que esta instalación se ubicaba entre la Ronda de Sant Pau y la calle Reina Amalia. «Así es como nació la llamada Casa de la Corrección a la que fueron tanto hombres como mujeres», sigue el 'tiktoker'. La cárcel pretendía albergar, en un primer momento, a unos 290 presos pero, como recuerda, «a mediados de siglo llegó a contar con unos 1.500 », tres veces más, lo que llevó a épocas de un gran hacinamiento allí. Sus paredes acogieron incluso a hijos menores de edad. Por el gran volumen de inquilinos, «las condiciones higiénicas de la cárcel eran totalmente insalubres, siendo un hervidero para la proliferación de enfermedades ». Se sabe que la comida escaseaba allí y que el fuerte olor se percibía a unos cuantos metros de distancia. Por esta cárcel pasaron presos «tan famosos» como Santiago Salvador, que fue un anarquista responsable de lanzar dos bombas al público del Liceo en 1893 y que acabó siendo condenado y ejecutado con la controvertida técnica del garrote vil. Otras penas de muerte se celebraban con público, cuentan varias fuentes. «Viendo que los altercados por el volumen de presos eran un gran problema, en 1904 se decidió crear una nueva prisión a las afueras de Barcelona, la conocida como Modelo», prosigue el creador de contenido sus explicaciones. Con su puesta en marcha, la Casa de la Corrección quedó únicamente como espacio penitenciario para mujeres hasta que en 1936 fue derribado. Ahora, el espacio alberga una enorme pista polideportiva pública por la que «pasan centenares de personas a día de hoy, sin saber que hace menos de 100 años fue uno de los lugares más temidos de todo Barcelona», acaba Oscar el vídeo.
