El creciente y cenital protagonismo de la justicia en la vida pública española no responde tanto a una excesiva judicialización de la política, como suelen decir los miembros de la nomenclatura de los partidos, sino a su progresivo alejamiento de las bases del Derecho. En las élites dirigentes se ha impuesto la idea populista de que la mayoría parlamentaria, por ajustada que sea, carece de límites legales porque encarna una fantasmal 'soberanía popular' que la Constitución no define en ninguna parte, y ese concepto sesgado se ha convertido en un constructo instrumental para imponer sobre la comunidad el criterio de la ideología dominante. El resultado es una acción legislativa arbitraria, a menudo rayana en la desviación de poder, abocada a...
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