Andújar y su playa del Encinarejo han pasado a formar parte del club de playas de Andalucía a las que se reconoce su calidad como enclave y la excelente calidad de sus aguas ya que esta semana se le ha reconocido internacionalmente con el distintivo de bandera azul. Es la primera vez que una playa de interior de la provincia de Jaén consigue este distintivo. «Las banderas azules reafirman el compromiso del Gobierno andaluz y de los municipios con la sostenibilidad, con la conservación ambiental y con la calidad en los servicios que se prestan en el litoral y en puertos deportivos. Volvemos estar entre las comunidades líderes en acreditaciones de calidad y esto nos anima a seguir trabajando en esta línea; a que toda la industria apueste por dotar de la mayor seguridad y calidad a todas nuestras playas, las de costa y las de interior» ha asegurado el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, esta semana en el acto de izada de la bandera azul en la playa de Encinarejo (Andújar). Bernal ha destacado que Jaén «también es un destino de moda para las vacaciones de verano». Así ha felicitado al alcalde de Andújar, Francisco Carmona, por su empeño en que este paraje, que forma parte del patrimonio natural de Andalucía, se incluya también parte de los lugares imprescindibles para viajar este verano. Para pasar unas vacaciones en un entorno excepcional. Porque el verano es una época excelente para viajar a Jaén, como cualquier época del año; el turismo de interior está de moda, Jaén está de moda, porque no podemos perdernos todo lo que ofrece», ha expuesto Bernal. Andalucía ha obtenido 156 banderas azules para sus playas, puertos y embarcaciones turísticas en 2024, ocho más que el año anterior , una cifra que supone la segunda mejor solo por detrás de Comunidad Valenciana, con 159. De este total, 130 (tres más que en 2023) distintivos corresponden a playas, 22 (tres más que el pasado año) a puertos deportivos y cuatro a embarcaciones sostenibles (dos más que el año anterior), lo que supone el mejor dato para la comunidad desde que se concede esta mención. En pleno territorio lince, es un espacio ideal para huir del calor en plena naturaleza, dispone de tres zonas para el baño distintas: Cala de Coscojal, Cala Norte y Río Jándula. También presenta pasarelas articuladas para el acceso de personas con movilidad reducida. Igualmente está autorizado el uso de embarcaciones de recreo y el embalse cuenta con un pequeño embarcadero por el que acceder para efectuar actividades como kayak, piragüismo o paseo en pequeñas lanchas. Así es el pantano o Embalse del Encinarejo, a sólo 22 kilómetros de Andújar, en plena sierra es una zona de baño natural rodeada de vegetación. Ideal para familias porque el acceso es muy fácil y se puede aparcar cerca. El embalse lo forman las aguas del río Jándula, justo encima de la Presa de la Lancha. El pantano forma pequeñas playitas de arena ideales para el baño, la pesca o los deportes acuáticos. Además, el agua está fresquita pero no helada como la de los ríos, lo cual agradecen los frioleros. Para llegar a la zona de baño se tiene que recorrer 22 kilómetros por la carretera que une Andújar con el Santuario de la Virgen de la Cabeza (J-6177) . Por el camino el visitante puede contemplar las vistas en alguno de los espectaculares miradores. La Sierra de Andújar es el lugar del mundo donde hay más posibilidades de encontrar alguno de estos esquivos animales, en el Ecomuseo del Lince Ibérico de Andújar, recientemente inaugurado se puede conocer todo sobre este animal. Al llegar al famoso puente de hierro se gira a la derecha y hay que seguir el carril que va paralelo al curso del río Jándula. En el puente de hierro empieza un sendero señalizado, el sendero del Encinarejo. Llegamos al Área Recreativa del Encinarejo , un gran sitio para pasar en día en familia y hacer picnic en sus mesas de piedra en primavera u otoño, cuando no aprieta tanto el calor, avanzamos un poco más para llegar a nuestro destino. Cuando lleguemos a la presa hay que seguir un poco más por el carril que sigue por la izquierda y ya desde ahí se accede a la zona de baño. Por cierto, cuando se llega a la presa, si en lugar de girar a la izquierda se cruza el puente llegarás al poblado de la lancha, un pueblo que se creó para los obreros encargados de construir la presa y que hoy es prácticamente un pueblo fantasma muy curioso de visitar. • Llevar escarpines o cangrejeras, ya que en las orillas del lago puede haber fango o algas que molestan a los peques. ¡Y no olvidarse de los hinchables! • La carretera tiene muchas curvas . Ojo con los niños que se marean. • Se pueden llevar mesas y sillas para colocar cerca de las zonas de baño: hay algunas de piedra, pero no muchas y se llenan pronto.