Pía Adarre ( María Castro ) no deja de sufrir en 'La Promesa' , el serial de época que emite La 1 de TVE de lunes a viernes (17.30) y produce Bambú. La que fuera ama de llaves del palacio donde transcurre la acción se encuentra escondida en la misma cueva donde María Fernández (Sara Molina) fue secuestrada por Valentín (Carlos Suárez). En este caso, el fin justifica los medios, pues Pía fingió su propia muerte para escapar de su marido Gregorio (Bruno Lastra) . En palacio, a excepción de Alonso (Manuel Regueiro), Rómulo (Joaquín Climent), Jana (Ana Garcés) y María Fernández, todo el mundo cree que Pía está muerta. Así se lo hacen saber a Manuel ( Arturo García Sancho ) y Curro (Xavi Lock) cuando regresan de la guerra. Quien ya ha descubierto que Pía está viva y escondida es Gregorio, con quien contactó la malvada Petra (Marga Martínez) para hacerle partícipe de sus sospechas; un encuentro del que María Fernández fue testigo. De ahí que la sirvienta, acompaña de Jana, se hayan 'mudado' temporalmente a la cueva para proteger a toda costa a Pía (y así, los guionistas de 'La Promesa' postergan el reencuentro de Jana y Manuel). Algunos espectadores creen que estas escenas de Pía en la cueva fueron grabadas antes de Semana Santa, momento en que María Castro dejó 'La Promesa' para dar a luz a su tercera hija, y que su continuidad en la serie podría estar en duda. Así que para todos aquellos que le preguntan a la actriz gallega si continúa en el serial de época, esta ha mostrado a través de un vídeo este viernes 5 de julio que sí sigue. «Pues esta es nuestra vida hoy, rodando en 'La Promesa' , ya me véis que voy de época, y metidas aquí [en el camerino]. Aquí la ropa, el bocadillo, carrito, mi superayudanta, la ventanuca...», cuenta. En otro vídeo, María Castro , acompañada de su hija, muestra a Arturo García Sancho . En ambos vídeos, María Castro sale vestida como Pía Adarre con una indumentaria nunca vista. Por fin Martina puede hablar con el médico del sanatorio, pero este no la cree. En uno de sus peores momentos, la muchacha recibe una carta que le devuelve la esperanza. Petra, indignada, descubre que Jana y María Fernández no están donde le han dicho, pero Rómulo la pone en su sitio. Petra le cuenta a Santos que vio a Lope y Vera besándose y este empieza a vigilarlos. Rómulo obliga a Virtudes a hacer una revelación que deja a su madre sin palabras.
