En sus esfuerzos por recuperar a los secuestrados y erradicar a Hamás, Israel ha destruido gran parte de lo que alguna vez se habitó en Gaza, generando rechazo entre los gazatíes. Pero ese descontento no se traduce en un apoyo directo al grupo terrorista que lidera la región. Las críticas a Hamás dentro de la Franja han ido creciendo tanto en las calles como en internet. Numerosos vídeos en los que se repudia el liderazgo de la organización se han viralizado. En uno de ellos, un hombre con el rostro cubierto de sangre alza su voz afuera de un hospital repleto de cientos de víctimas después de una operación en el centro de Gaza: «Soy un doctor académico. Tuve una buena vida, pero tenemos un liderazgo [de Hamás] asqueroso. Se acostumbraron a nuestro derramamiento de sangre, ¡que Dios los maldiga! ¡Son escoria!», dice. «Soy uno de vosotros, pero sois un pueblo cobarde. ¡Podríamos haber evitado este ataque!». Según fuentes de la BBC , algunas personas critican públicamente a Hamás por ocultar los rehenes en pisos cerca de concurridos mercados o por disparar cohetes desde zonas civiles. «La gente dice cosas como 'Hamás nos ha destruido' o incluso invocan a Dios para que les quite la vida», comenta un hombre. «Se preguntan para qué fueron los ataques del 7 de octubre; algunos dicen que fueron un regalo a Israel». Hay, por supuesto, quienes apoyan lealmente a Hamás . Y sería difícil conocer, después de años de control represivo, hasta qué punto la organización pierde apoyo —porque el miedo puede haber disminuido, pero no desaparecido—. Sin embargo, hasta dentro de la propia dirigencia hay desencuentros. Un alto funcionario, que pidió permanecer bajo anonimato, dijo a la BBC que los ataques del 7O fueron «un salto loco y no calculado». «Sé por mi trabajo con el gobierno de Hamás que se preparó bien para el ataque militarmente, pero descuidó el frente interno. No construyeron ningún refugio seguro para la gente, no reservaron suficientes alimentos, combustible y suministros médicos. Si mi familia y yo sobrevivimos a esta guerra, me iré de Gaza en cuanto tenga la primera oportunidad». La última vez que se celebraron elecciones palestinas, en 2006, en la votación por listas de partidos los habitantes de Gaza votaron por Hamás en 15 de los 24 escaños del territorio; en los otros nueve distritos, los votantes eligieron un partido diferente. La BBC cita a un joven de 26 años que apoya con convicción a Hamás. Un desplazado de ciudad de Gaza, junto con su esposa, su hija y su madre, que ahora se encuentra refugiado en Deir al Balah y que asegura que la organización no era la responsable de su sufrimiento: «Debemos apoyar a Hamás porque es el que trabaja sobre el terreno, el que entiende la batalla, no usted ni yo», comenta a la BBC. «Las acusaciones vacías sólo sirven a la ocupación [israelí]. Los apoyaremos hasta nuestro último aliento». Una encuesta periódica realizada por un grupo de expertos con sede en Cisjordania , el Centro Palestino de Investigación Política y Encuestas , señala que la mayoría de los gazatíes todavía culpan a Israel por la guerra. Los resultados del último sondeo, en junio, arrojó que casi dos tercios de los encuestados de Gaza estaban satisfechos con Hamás (un aumento de 12 puntos respecto de diciembre) y que apenas la mitad todavía preferiría que Hamás gobernara Gaza después de que termine la guerra, por sobre cualquier otra opción. Resultados que difieren de varios testimonios dados a la BBC, incluido el de un alto funcionario de Hamás que reconoció en privado que estaban perdiendo apoyo como resultado de la guerra. Sin embargo, estos son retazos de un panorama completo que no puede ser evaluado completamente por el bloqueo mediático en torno a Gaza; Israel y Egipto prohíben a los periodistas internacionales informar desde el terreno sobre la situación allí.