Las engaños están al orden del día y los estafadores se las ingenian de todas las maneras para conseguir suplantar identidades de otros y sacar rédito económico. Ejemplo de ello es como cada vez más llegan a los teléfonos personales mensajes falsos de Correos, entidades bancarias o la Dirección General de Tráfico (DGT) avisando de que existen pagos pendientes o hay que actualizar información. Este es su gancho para conseguir datos personales y poder acceder a las cuentas. Aunque estas son las fórmulas más innovadoras y complejas, los robos de toda la vida también siguen persiguiendo los mismos fines de descubrir nuestras contraseñas o datos personales y a veces un simple despiste o un exceso de confianza con lo que puede pasar con esta información confidencial puede llevar a vivir una auténtico infierno . Esto es lo que le está ocurriendo a Cecilia , a la que le robaron el Documento Nacional de Identidad (DNI) de la forma más inesperada. Lo importante, y más grave, es que ahora esta mujer afincada en San Roque (Cádiz) tiene pendiente una deuda de 42.000 euros , y a ella le duele la situación y, especialmente, cómo llegó a ella y lo que le supone no tener en mano su documento identificativo. Ante su desesperación, ha acudido al programa 'TardeAR' de Telceinco para explicar su caso. Como ella misma cuenta, Cecilia estaba sufriendo un mal momento por una profunda depresión cuando un conocido de una amiga se aprovechó de la situación para ganarse su confianza y le robó el DNI. Con él, el estafador y su entorno han podido hacer compras, hasta de un coche, y pedir dos créditos a nombre de ella, que ahora está ahogada por las deudas y tiene que devolver. De la mujer que le presentó al delincuente no sabe nada desde hace más de tres años, pero tiene claro que es la culpable de haber quedado arruinada. «He perdido trabajos porque no puedo tener una cuenta propia ni un coche a mi nombre», lamenta la joven, que no ve salida a su pesadilla «porque solo veo que me siguen llegando cosas y más cosas» que afectan seriamente a su ansiedad. Al tener una minusvalía por una afectación en la muñeca no puede tener una jornada completa pero necesita trabajar y tampoco puede por la traba bancaria por su cuenta. Prueba de ello es que sigue recibiendo multas o información sobre las ITVs de los coches que ha comprado en su nombre. Sabe que, como mínimo, son tres, además de haber alquilado otros, y le han llegado sanciones de Tarragona, Madrid o incluso Bélgica , «aunque yo nunca he estado en Bélgica», se lamenta impotente. «Esta pesadilla dura ya dos años», expone ella, que detalla que «la Justicia no me ayuda» ya que ha archivado su caso porque le dicen que no pueden localizar a la persona que le ha suplantado identidad. Es algo que ella no entiende, dado que a la misma vez ella tiene infinidad de documentación detallada de movimientos de todo tipo en su nombre y porque no entiende que la Guardia Civil no pueda encontrar rastro informático de quien la ha suplantado. La paradoja no acaba aquí y es que Cecilia tiene juicios y dos requerimientos pendientes. «No sé qué paso dar, no sé cómo reabrir el caso ni tengo medios para poder reabrirlo por eso pido ayuda», lamenta ante las cámaras de 'TardeAR'. La situación la ha llevado a empeorar su salud y ahora está diagnosticada con una depresión crónica por la que está acudiendo al psiquiatra.