El fuego quemó 21.304 hectáreas durante los seis primeros meses de 2024, un 64,2% menos que en 2023 — cuando ardieron 59.432 hectáreas — y un 37,4% menos que la media de los últimos diez años con un promedio de 33.987 ha quemadas entre enero y junio, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) publicados el 23 de junio y recogidos por Europa Press. Aun así, estas cifras sitúan a 2024 como el sexto año con más hectáreas calcinadas hasta el momento de los últimos diez. De hecho, está muy lejos de los números tanto de 2023, cuando hasta junio ardieron 59.432 hectáreas , como de 2022, cuando hasta la mitad del año ardieron 68.279 hectáreas. En cuanto al tipo de siniestro, el ministerio informa de que del total de 2.719 fuegos que han tenido lugar, 1.801 han sido conatos, es decir, que se han extinguido antes de llegar a afectar una hectárea de superficie. Por otro lado, 918 han afectado a más de una hectárea, de los cuales seis han sido grandes incendios (es decir, han afectado a más de 500 hectáreas). Si bien queda muy lejos de los 15 grandes incendios que se habían registrado hasta junio en 2023, está por encima de la media del decenio, cuando hasta mitad del año se ha registrado una media de seis. Los datos concluyen que el 40,68% de los incendios han tenido lugar en el noroeste de España, el 30,27% en el Mediterráneo, el 28,61% en las comunidades interiores y el 0,44% en Canarias . Además, el 69,24% de la superficie arbolada afectada ha estado en el noroeste, el 11,45% en el Mediterráneo y el 19,31% en las comunidades interiores. Asimismo, el 66,67% de la superficie forestal total afectada ha sido en el noroeste, el 21,84% en el Mediterráneo, el 11,48% en las comunidades interiores y el 0,01% en Canarias. Por último, por tipo de vegetación, en los seis primeros meses del año se han quemado 2.955 hectáreas de superficie arbolada, 14.715 hectáreas de superficie matorral y monte abierto y 3.633 hectáreas de pastos y dehesas.
