El juzgado de Instrucción número 1 de Granada ha decretado el ingreso en prisión del hombre de 38 años que el pasado viernes 28 de junio se atrincheró en una vivienda del municipio de La Zubia , cercano a la capital, y amenazó con hacer explotar las bombonas de butano que decía tener en su poder. La orden judicial, dictada el sábado 29, subraya que el hombre debe entrar en el centro penitenciario provincial de Albolote , cosa que ya ha sucedido, y que se le investiga por la presunta comisión de los delitos de amenzas, atentado y estragos. El suceso, que se produjo casi a las dos de la tarde en la calle 3 de abril de 1979, obligó a la Guardia Civil a desalojar a vecinos de las cercanías y también a cortar el fluido eléctrico en la zona. Un negociador del Instituto Armado llegó hasta la casa y empezó a hablar con el hombre, pero pronto se vio que ni tenía bombonas de butano ni nada por el estilo. Iba de farol. En torno a las tres de la tarde fue detenido. Varios vecinos comentaron que el hombre tiene las facultades mentales perturbadas y que ya desde por la mañana daba muestras de un comportamiento agresivo, posiblemente intensificado por el consumo de drogas. Había amenazado con matar a varias personas de una zona residencial muy poblada. No se lo tomaron muy en serio, como tampoco se lo tomó la Guardia Civil. El caso es que su manera de proceder fue prácticamente idéntica a la que protagonizó otro hombre en marzo de 2024 en otra localidad del extrarradio de Granada, Las Gabias . Pero en aquella ocasión la cosa fue más seria porque sí que tenía bombonas de butano. La Guardia Civil necesitó ocho horas para solucionar un caso que terminó con la entrada en el domicilio y su arresto. En aquel caso, los vecinos llevaban tiempo asegurando que el hombre, un inquilino que hacía meses que no pagaba el alquiler, les amenazaba y les hacía la vida imposible. Tampoco estaba en plena posesión de sus facultades mentales. Decía llamarse Ferdinand Porsche y ser diplomático, resaltaba su odio hacia el Islam o la Iglesia Católica según el día y argumentó que, antes de rendirse, debía contar con la aprobación de Putin .
