Ramón Gómez de la Serna consideraba que no había ocasión, por terrible o sórdida que fuera, que no necesitara de una mínima dosis de humor. Sin duda, a Pablo Helguera los chistes parecen salirle solos, focalizándose en el alucinógeno mundillo del arte sobre el que hace años publicara un divertidísimo 'manual de estilo'; sugería en aquellas páginas salpimentadas de sarcasmo que el único 'ismo' operativo en el presente artístico es «el oportunismo». Se requiere mucha agilidad para atrapar el 'kairós' y, sobre todo, conseguir mirar sin resentimiento escenas verdaderamente lamentables. Desde hace años, Helguera, agente de la «educación artística» en prestigiosos museos internacionales, nos entretiene con sus 'artoons', caricaturas que aciertan al dar cuenta de las imposturas estéticas, cuando el...
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