Mantener la seguridad en las carreteras españolas es una de las funciones principales de la Dirección General de Tráfico (DGT) . Señales, limitaciones de velocidad, radares, agentes de tráfico, normas de conducción y otros muchos elementos, forman parte del entramado de este organismo para controlar lo que pasa en las vías y cómo se comportan en ellas tanto conductores como viandantes. A lo largo de los años, las mejoras tecnológicas y científicas han hecho que los vehículos sean cada vez más seguros en general, pero siempre hay riesgo de que puedan ocurrir accidentes que, en muchas ocasiones, suceden por descuidos o por no cumplir las normas de conducción. Algunos de los factores que suelen causar accidentes son excederse en la velocidad, conducir bajo los efectos del alcohol o mirar el móvil al volante, entre otros. Aunque existen sanciones y multas para quienes cometan estos actos, lo más importante de evitarlos es que no lleguen a producirse víctimas mortales o heridos al causar accidentes. Desde estamentos superiores a la DGT también existen directrices para cumplir el objetivo de reducir los fallecidos a cero en 2050 , entre otras metas. Para ello, desde Bruselas se diseñó un programa para introducir cada vez más medidas de seguridad concretamente en los coches, llamadas ADAS (Advanced Driving Assistance System) , una serie de ayudas a la conducción en el que entran las siguientes: Aunque muchos de estos elementos ya son obligatorios en los modelos de coches de nueva homologación, algunos de ellos no son obligatorios hasta 2024. Concretamente nos centramos en el último, conocido como EDR (Event Data Recorder) , que consiste en un Registrador de Datos de Eventos y cuenta con funciones similares a las de las cajas negras de los aviones. Según indica la DGT, seré el próximo 16 de julio de este año cuando los vehículos deban llevarlo. El dispositivo EDR o Registrador de Datos de Eventos que tendrán que llevar los coches nuevos a partir de julio de 2024 tiene como objetivo reducir el número de víctimas en las carreteras. Este dispositivo cuenta con un tamaño similar al de un móvil y dispone de un microchip que guarda diferentes datos sobre la conducción del coche en el que se ubica. Deberá colocarse debajo del asiento del conductor. Entre sus funciones encontramos las siguientes: grabar la telemetría del coche, en la que se incluye la aceleración que se produce, la velocidad que se alcanza, el ángulo de giro, la fuerza G, las revoluciones por minutos del motor o la frenada, entre otros. Según la web de Mapfre , el dispositivo «graba las circunstancias en las que se ha producido el siniestro en el caso de que se active algún elemento del sistema de retención». Según los datos actuales, la cantidad y el tipo de información almacenada puede variar y, generalmente, el sistema que registra los datos comienza a funcionar durante los cinco segundos previos a un impacto. Muchos temen que este dispositivo pueda violar la intimidad de los conductores, dando datos a la DGT o incluso a las aseguradoras y pudiendo sancionar o perjudicar a los usuarios de los vehículos. Pero, según la citada web de Mapfre, «Los datos registrados dependen de cada fabricante al no estar reglamentado la estandarización de los datos a recoger. Una vez almacenado los datos unidad de airbag o la de ABS/ESP, esta se bloquea. Los datos podrán leerse posteriormente mediante un software específico ». Otras funcionalidades del EDR es que puede analizar si se activa el sistema de llamada de emergencia en el vehículo, por lo que, en el supuesto de un accidente, las autoridades podrían tener acceso a todo lo que pasó antes y durante el suceso, algo similar a lo que hacen las cajas negras de los aviones , como indicamos al inicio de este artículo.
