Ejemplo modélico de ese subgénero del cine actual que cabe perfectamente en la comedia y el drama, que toca sin manchar lo femenino y lo masculino, lo rural y lo urbano, lo generacional y lo humano, lo teatral y lo cinematográfico, y que reúne a un grupo familiar en una casa en la que se comparten recuerdos y en la que saltarán secretos y chispas suficientes para provocar pasiones y fuegos. Un buen guion (Eduard Sola) con personajes que se revelan sin pudor y con situaciones que le buscan la gracia al desastre: así empieza, con una secuencia que convierte lo trágico (el fallecimiento de la abuela) en un suceso de comedia de intriga. No se puede hacer una película...
Ver Más