Con la llegada de vacaciones son muchos los que se informan para encontrar los sitios más 'top' de su destino. El restaurante que prepara el plato local a la perfección, el monumento más icónico de la zona o ese museo tan especial que merece la pena una visita son solo algunos ejemplos de lo que suele ocurrir en todos los viajes. Eso sí, entre todos los planes los que contemplan conocer paisajes únicos y extraordinarios siempre suelen ser los prioritarios. En este sentido, seguir las redes sociales de Jordi O'Riordan puede ir genial para coger ideas turísticas . Este valenciano de origen irlandés es un amante de los viajes que, tras un tiempo viviendo fura del país y sintiendo una gran morriña por España, a principios de junio empezó una ruta en furgoneta camperizada por las 50 provincias de España. El joven ha exceptuado a Ceuta y Melilla y ha organizado su viaje en seis etapas. Jordi, que está contando sus peripecias en su cuenta de TikTok (jordi_oriordan) ha empezado por la zona de Levante. Partió de Valencia hacia el norte, en dirección a Castellón y de allí ha visitado Castelló de la Plana, Marina d'Or y Peñíscola antes de adentrarse en Cataluña. Después se adentró en Tarragona y de esa zona ha visto el Delta del Ebro y luego se ha encontrado con « probablemente el sitio más bonito que haya visto hasta la fecha» . «¿Alguna vez has estado en un sitio tan bonito que te ha hecho llorar?», empieza Jordi su octava parte de la aventura. «Esto no me había pasado en la vida pero hay un pequeño pueblo en Tarragona que a mi me ha emocionado», confiesa a la cámara. Así, el viajero expone que el día anterior había visto en el Delta del Ebro uno de los mejores atardeceres de Cataluña y otro de los puntos del que le habían hablado estaba en lo alto del Montsant, aunque la carretera para llegar no era fácil y había «puesto al límite» su Fiat. Con poco tiempo por delante para llegar al atardecer y con dudas sobre si merecía la pena el esfuerzo, Jordi visitó la zona Siurana. « Más vale que esto sea espectacular », explica él a la cámara, recordando en una voz en off.. que «vaya si lo era...». Así, llegó a la cima del peñón y se encontró con un pequeño pueblo medieval bautizado como Siurana con vistas panorámicas a todo el valle que lo rodea. Orientado por algunos locales, buscó el mejor sitio para ver la puesta de sol, y todas las opciones «eran inconfundiblemente preciosas ». «Pero lo que realmente me ha emocionado ha sido ver esta placa de aquí», explica Jordi, mostrando un cartel con un recuerdo histórico. Y es que, como él mismo relata, «durante el éxodo rural Siurana estuvo a punto de quedar abandonado» como otros tantos pueblos que ahora relucen como ruinas. En Siurana, recuerda la placa y desvela Jordi, quedaron tres familias que decidieron no irse y mantener con vida el pueblo. Con el paso de los años y gracias a su poder como zona de escalada y punto de turismo rural «ha podido prosperar. No todos los pueblos corren la misma suerte», comenta el aventurero, que recuerda que ha sido un lujo esa parada en su ruta. «Ahora ya no tengo duda de que ha valido la pena venir hasta aquí», acaba él el video.
