Tras unas primeras jornadas espectaculares, certificada la ambición de Tadej Pogacar para conseguir su primer Giro de Italia , tres victorias ya para la fiera eslovena, llegó la calma en la novena etapa de la gran prueba transalpina. El recorrido era infinito y exigente, por lo que no hubo ataques de renombre ni la fuga que auguraban las previas, aprovecharon los candidatos para fortalecer sus maltrechas piernas tras el primer enfrentamiento con la montaña y fue la bella costa napolitana la gran protagonista de la tarde. Al menos hasta la última recta, en la que el neerlandés Olav Kooij , de solo 22 años, consiguió su primera victoria en una gran vuelta tras un magnífico esprint, premio grande para el deportista que más fe tuvo durante todo el trayecto. Noticia Relacionada Ciclismo estandar No Pogacar, dueño y señor del Giro: suma su tercer triunfo en ocho etapas disputadas Javier Corcuera El esloveno ha ganado al sprint, la contrarreloj y el primer final en alto Le sacó media rueda el corredor del Visma al ecuatoriano Jhonatan Narváez , que se vio como ganador durante los últimos kilómetros, más cuando el francés Julian Alaphilippe pinchó tras la acumulación de demasiados esfuerzos. Fue ahí cuando el sudamericano se vació, dejó al grupo de cabeza atrás y se lanzó a por la línea de meta. Pero todo el mundo sabe que un ataque prematuro, aunque valiente, suele dejar al héroe con muy pocas opciones de éxito. En liso, en los últimos metros, aparecen los hambrientos guepardos y Narváez fue cazado en un épico final. Casi le sale bien la jugada, pero como un arpón, apareció Kooij , que se estiró como una goma para amarrar la victoria y dejar a su contrincante con la miel en los labios.
