«Esto es música para adultos que no puedes comprender», repetía Joe Crepúsculo en el estribillo de una canción que no iba precisamente de la calificación por edades del pop, como aquellos dos rombos que antiguamente, cuando la cosa se caldeaba, ponían en una esquina de la tele. En un mercadillo musical en el que apenas se reconoce ya el público maduro, adherido a la bobina de la nostalgia para no complicarse la vida, perpetuo 'auto-reverse' de una cinta, ahora 'playlist', grabada hace décadas, la 'Zorra' de Nebulossa representa un notable guiño, formal y argumental, a quienes peinan canas, les cuelgan las carnes y no se enteran de lo que a estas alturas va la copla sin el audífono puesto. Esto...
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